Tiempo de renacer. HARU significa primavera en japonés, el tiempo que nos trae el brillo del sol, los nuevos brotes y las flores como símbolo de vida. Esta nueva colección nace con fuerza, influenciada por improntas geométricas y una morfología que entremezcla dos culturas, la japonesa y la criolla.
Marcelo Senra toma de Japón el minimalismo fiel que lo caracteriza, sus formas de geometría, los plegados y el origami. Logra un mix único con nuestro acervo argentino y pone el acento en los materiales y texturas que utiliza en todas sus creaciones.
HARU surge de la necesidad de ser funcionales y prácticos a la hora de vestirnos. El lujo criollo aparece en la elección de los materiales nobles y naturales. Y sobre todo en la mixtura de los mismos. La paleta de colores va desde los arenas, crudos, camel, mostazas, chocolates y por último, el negro con manteca.
Todos los accesorios son de relevancia, marcan la impronta y completan el estilismo de cada prenda dándole el toque Senra tan personal. Aros de alpaca, pulseras de rafia, cintos tejidos, cuellos, collares tejidos en paja de seda, cáñamo y acero. La Mica como mineral aparece incrustado en las texturas. Los materiales elegidos son lino, gasa de lino, algodón, seda, madrás y el chaguar.


Marcelo Senra, diseñador y arquitecto salteño, cumple 28 años presentando colecciones en las principales pasarelas de la Argentina y el mundo. “Siempre hice prendas para el uso diario, para el adentro y el afuera. Mi ropa no es moda, sino es un estilo”, concluye.