NABUCCO: vibrar con el Risorgimento
Música: Giuseppe Verdi – Libreto: Temistocle Solera
Festival Arena di Verona
20 de Julio 2018
ELENCO
Nabucco: Amartuvshin Enkhbat / Ismaele: Luciano Ganci / Zaccaria: Rafał Siwek / Abigaille: Rebeka Lokar Fenena: Géraldine Chauvet
Gran Sacerdote de Bel: Nicolò Ceriani / Abdallo: Roberto Covatta / Anna: Elisabetta Zizzo
Coro y Orquesta de la Arena de Verona
Director de Orquesta: Jordi Bernàcer
Regie y Vestuario: Arnaud Bernard
Scenografía: Alessandro Camera
Iluminación: Paolo Mazzon
Fotos, gentileza Prensa Festival Arena di Verona
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“Nabucco” fue la ópera que catapultó a Giuseppe Verdi a una muy merecida fama pero también fue la primera de varias óperas patrióticas como «I Lombardi…» , «La Battaglia di Legnano», «Attila», «Giovanna D’Arco», que impulsaron el «Risorgimento» en pos de la libertad y la unión de Italia y por eso tiene un lugar tan especial en el sentimiento de los italianos.
Justamente esta producción de Arnaud Bernard cambia el lugar y el tiempo, pero nos lleva a ese momento histórico para hacernos sentir tal como debió sentirse el público milanés aquella velada del estreno y ver esta ópera a través de su mirada: Francisco José I, emperador de Austria, toma el lugar de Nabucco; Milán pasa a ser Jerusalén y los italianos son el pueblo de Israel oprimido y exiliado. Así vemos la lucha de ambos ejércitos, marcada con salvas de rifle y cañones y la entrada de los austríacos a Milán. Es un momento muy fuerte cuando retiran y queman (!) la bandera italiana, enseña que volverá a ondear en el final.
Es difícil hablar de los cantantes sin caer en repeticiones: todos son dueños de excelentes voces, potencia, dominio técnico y musicalidad para mantener siempre la línea del canto.
El barítono Amartuvshin Enkhbat representó a Nabucco con la energía y los matices que el personaje requiere, siendo ovacionado por su interpretación de “Dio di Giuda”.
Ismaele, el general israelita, estuvo a cargo del tenor Luciano Ganci,de voz brillante, emisión limpia y dicción clara .
Zaccharia, el Sumo Sacerdote del Templo de Jerusalén fue interpretado con majestuosidad por el bajo Rafael Siwek.
La soprano Géraldine Chauvet asumió el rol de Fenena, la hija de Nabucco enamorada de Ismaele, luciendo refinamiento y delicadeza.
El papel de Abigail, de gran dificultad vocal y técnica, le correspondió a Rebeka Lokar, que abordó la parte con gran maestría y soltura.
También participaron Nicolò Ceriani como Gran Sacerdote de Bel, Roberto Covatta como Abdallo, el fiel general de Nabucco y Elisabetta ZIzzo como Ana, profetisa de Israel, para completar un elenco sólido y de calidad.
El coro y la orquesta de la Arena de Verona, bajo la batuta del maestro Jordi Bernàcer, tuvieron una brillante actuación dando realce a esta ópera donde la parte coral es relevante.
Lamentablemente, el clima veronés no acompañó en esta representación, que fue interrumpida por lloviznas leves durante el segundo acto y luego justo en el final del tercer acto. Por suerte, sólo fueron gotas pasajeras que no lograron apagar el entusiasmo del público, cuya paciencia se vio ampliamente recompensada.