Nuestra calificación: muy buena
La ópera Madama Butterfly, compuesta por Giacomo Puccini y estrenada en 1904, es una obra emblemática del repertorio operístico. Inspirada en la novela de Pierre Loti y el drama de David Belasco, relata la trágica historia de Cio-Cio-San, una joven geisha japonesa que, en su inocencia, deposita su amor y su destino en Pinkerton, un oficial estadounidense que la abandona. Su regreso posterior desata un clímax cargado de emoción y dramatismo.
Protagonistas y actuaciones destacadas
En esta representación, Elizabeth Steinbraum brilló en su interpretación de Cio-Cio-San. Su presencia escénica y su voz lograron transmitir la vulnerabilidad y la fuerza de Butterfly, cautivando al público con cada matiz emocional. Su dúo con Suzuki fue especialmente conmovedor, gracias a la sólida interpretación de Laura Benítez, quien aportó matices dramáticos al personaje y asumió gran parte de la carga emocional de la obra.
Cristian Karim Taleb, como Pinkerton, ofreció una actuación potente, con una voz robusta y brillante, llena de squillo. Supo equilibrar la arrogancia y el arrepentimiento del personaje, complementando perfectamente a Steinbraum.
Por su parte, Pablo Cena, como Goro, aportó la chispa cómica y manipuladora del personaje con su habitual perspicacia escénica. Asimismo, Esteban Miotto destacó como Sharpless, dotando al personaje de calidez y humanidad.
La dirección escénica, a cargo del reconocido barítono Juan Salvador Trupia, fue ampliamente efectiva y coherente con la obra. Su conocimiento del libreto permitió momentos de intimidad logrados en los célebres dúos, a pesar de las limitaciones del espacio. El auditorio, con sus desafíos logísticos y acústicos, fue transformado para recrear el ambiente exótico de Nagasaki. La iluminación y el vestuario complementaron la atmósfera, transportando al público al universo de Butterfly.
Dirección musical
En cuanto a la dirección musical, Darío Domínguez Xodo sobresalió al lograr un balance entre la orquesta y las voces, pese a la falta de un foso. Su interpretación respetó los matices y dinámicas requeridas por la obra, permitiendo que los cantantes brillaran sin perder el poder sonoro característico de Puccini.
Relevancia cultural
Esta función marcó un hito al ser la primera ópera completa de Puccini presentada en Florencio Varela. La iniciativa de llevar ópera a espacios no convencionales demuestra el esfuerzo por democratizar el arte y acercarlo a nuevos públicos. Aunque estas locaciones presentan desafíos técnicos, el impacto cultural es significativo, expandiendo el alcance de esta forma artística más allá de los teatros tradicionales.
En conjunto, esta Madama Butterfly logró conmover al público y dejar una huella emocional, gracias a un elenco comprometido, una dirección sólida y un esfuerzo conjunto por superar las limitaciones del espacio. Una propuesta artística que equilibra tradición y accesibilidad, abriendo nuevas puertas al mundo de la ópera, en un lugar no tradicional.