El Cónsul de G. Menotti – Teatro Colón…»Para disfrutar de principio a fin»…

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EL CÓNSUL

De Gian Carlo Menotti

Drama musical en tres actos (1950) Música y libreto en inglés de Gian Carlo Menotti

Teatro Colón, Temporada 2022

(Función 3 de mayo)

DIRECTOR MUSICAL Justin Brown

DIRECTOR DE ESCENA Rubén Szuchmacher

DRAMATURGIA Lautaro Vilo

ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO Jorge Ferrari

ILUMINACIÓN Gonzalo Córdova

Elenco

JOHN SOREL Leonardo Neiva MAGDA SOREL Carla Filipcic Holm

SECRETARIA DEL CONSULADO Adriana Mastrángelo

MADRE DE JOHN Virginia Correa Dupuy

AGENTE SECRETO Héctor Guedes NIKA MAGADOFF Pablo Urban

MR. KOFNER Alejandro Spies MUJER EXTRANJERA Marisú Pavón ANNA GOMEZ Marina Silva VERA BORONEL Rocío Arbizu

ASSAN Sebastián Sorarrain

Estrenada en 1950, El cónsul fue un éxito de taquilla para Menotti, estuvo en Broadway durante ocho meses ganando el premio Pulitzer, entre otros premios. En las últimas décadas, El Cónsulha caído en desgracia y en estos días solo se revive de forma irregular. 

El objetivo principal de la ópera no es sobre la política de inmigración en absoluto, sino sobre cómo los regímenes totalitarios destruyen vidas y cómo las burocracias gubernamentales inhumanas amenazan las libertades individuales.

Lejos de ser una reliquia fechada de la Guerra Fría, esos temas hacen que El Cónsul, en todo caso, sea más actual que nunca. Puede que se haya derrumbado el Muro de Berlín, pero una Rusia expansionista que resurge sigue invadiendo países soberanos y asesinando a disidentes. Un maníaco desquiciado con armas nucleares en Corea del Norte está haciendo lo mismo con su gente e incluso asesinando a familiares en el extranjero.

No es necesario viajar tan lejos para encontrar paralelos contemporáneos con el tema de la burocracia gubernamental sin rostro e irresponsable. El cónsul habla de la difícil situación de Magda Sorel. Su esposo, John, es un luchador por la libertad contra el gobierno autoritario y está siendo perseguido por la policía secreta. Después de que John recibe un disparo y resulta herido, Magda visita la oficina del Cónsul para tratar de obtener visas para que ella, su bebé y la madre de John puedan salir del país. Sin embargo, en el personaje de la secretaria fría y profesional del consulado, Magda, junto con un grupo de otros solicitantes de visa, se enfrenta a un conjunto interminable de reglas redundantes, demandas de papeleo y documentación interminable. Con la policía secreta acercándose, Magda explota ante la secretaria suplicando ayuda. Pero todos sus esfuerzos son en vano, John es capturado y la ópera termina en una completa tragedia.

El Cónsul no es una pieza perfecta, con la acción dramática, el escenario sombrío y las secuencias de fantasía que a menudo no logran coherencia. Sin embargo, la partitura es uno de los mejores logros de Menotti; la música siempre está al servicio de la narrativa alcanzando alturas emocionantes en el aria del Segundo Acto de Magda «To this we’ve come”, como una declaración libertaria contra la opresión del gobierno que se allá explicita en el canon de la ópera.

Foto: Máximo Parpagnoli – Teatro Colón

En esta etapa de su carrera, Carla Filipcic Holm vuelve a realizar su interpretación de la heroína desesperada de forma vívida y conmovedora, Típicamente para Menotti, hay tanto diálogo hablado como música vocal, Filipcic Holm es una de nuestras mejores actrices cantantes y su interpretación dramática, sutil y creíble hizo que cada giro adicional en el destino de Magda fuera manifiesto y casi doloroso de ver. Filipcic Holm convirtió inexorablemente la creciente frustración y la explosión de Magda ante la secretaria en el triunfo de la gran aria; Cantada con una voz rica y una completa convicción, la interpretación altísima de Filipcic Holm le valió una ovación prolongada que detuvo el espectáculo

Andriana Mastrángelo estuvo al mismo nivel que la némesis de Magda, la secretaria, la guardiana del cónsul cuya irreflexiva sumisión a las reglas, formularios y citas hace que los emigrantes desesperados esperen para siempre sus visas. Con una dicción cristalina y una amplia voz de mezzo, Mastrángelo logró transmitir tanto el lado cómico como el siniestro de esta figura de autoridad inflexible, al tiempo que aportaba plausibilidad a su tardío momento de compasión.

Victoria Correa Dupuy, realizó sin problemas el papel de la Madre. La consagrada mezzosoprano fue dramáticamente efectiva, siendo conmovedora su canción de cuna al niño enfermizo de Magda.

Leonardo Neiva, resultó ser un buen actor en el papel de John Sorel, el marido acosado de Magda, cantando como un fuerte barítono que combinó muy bien con la voz de Filipcic Holm.

Foto: Máximo Parpagnoli – Teatro Colón

Hector Guedes emergió como el agente secreto acertadamente siniestro, que aportó una presencia aceitosa e insinuante al espía maligno que sigue los movimientos de los Sorel. Como Assan, Sebastián Sorarrain aportó una actuación natural al papel del socio encubierto de los Sorel.

Los roles del grupo de solicitantes de visa fueron bien interpretados por un elenco de apoyo que incluía a varios habituales del Teatro Colón. El vívido Nika Magaloff de Pablo Urban proporcionó uno de los pocos momentos ligeros de la velada como el mago que hipnotiza a los demás aspirantes, para desconcierto de la secretaria.   Alejandro Spies aportó su profunda voz de barítono como asi también la gentileza y humanidad del Sr. Kofner; Rocío Arbizu como Vera Boronel fue divertida en su dúo de firmas de formularios con la Secretaria. Marisú Pavón realizó una mujer extranjera muy sutil y Marina Silva una efectiva Anna Gomez.

Foto: Máximo Parpagnoli – Teatro Colón

La producción tradicional de Rubén Szuchmacher fue en gran parte exitosa como respetuosa con la ópera de Menotti. La única excepción la encontramos cuando el director eligió modificar el trágico desenlace final, a fin de remarcar la teatralidad del texto.

Esta nueva puesta escénica no estuvo intervencionista, todo el elenco manejó bien el diálogo hablado; con un ritmo natural como claro, las conversaciones y los rápidos intercambios crearon una tensión dramática como si uno asistiera a una gran noche de teatro.

Asimismo, el diseño escénico realizado por Jorge Ferrari hizo la casa de los Sorel de manera abierta con fuerte impacto de decadencia, en contraposición con la oficina del Consulado con sus altas paredes cubiertas de biblioratos, lo cual hace recordar a 1984 de George Orwell. El uso del disco giratorio, logró fluidez al relato haciendo las escenas trascurrir en la abstracción de la obra. La iluminación de Gonzalo Córdova fue imaginativa y atmosférica, las sombras amenazantes en las paredes realzaron el ambiente noir de la ópera.

El director Justin Brown, brindó una dirección brillante para esta partitura desafiante.  El director inglés equilibró sus fuerzas con gran habilidad, provocando texturas transparentes, manteniendo un fuerte impulso dramático durante la larga primera mitad (Actos 1 y 2), y asegurando que los grandes clímax hicieran un impacto musical tonificante.

En definitiva, esta versión quedará en nuestro recuerdo como una de las mejores producciones vistas en los últimos tiempos en el Teatro Colón. Voces y orquesta a pleno, que nos trajeron al Menotti que marca un antes y un después en la ópera del S. XX. Una propuesta lirica brillante para conocer y disfrutar en nuestro primer coliseo.

3 COMENTARIOS

  1. Muchas gracias, Battaglia por la crítica de El Cónsul. Una sola cosa quisiera que me explicara sobre lo que usted escribió: La producción tradicional de Rubén Szuchmacher fue en gran parte exitosa como respetuosa con la ópera de Menotti. La única excepción la encontramos cuando el director eligió modificar el trágico desenlace final, a fin de remarcar la teatralidad del texto.

    ¿me podría decir en qué está modificado el trágico desenlace?
    Creo haber seguido paso a paso, pero a la manera de esta versión, con la muerte de Magda que no alcanza a atender el teléfono. ¿Dónde estaría la modificación? Me sería muy util para entender mi trabajo.
    Desde ya muchas gracias por su atención.
    Szuchmacher

    • Mi admirado amigo, en la versión tradicional Magda se ahorca. En esta pequeña diferencia , se halla la teatralidad que Ud. muy bien remarcó y que acompaño con mi aplauso, felicitaciones Maestro

  2. Además de la producción del mismo Menotti en 1999 en el Colón (con el inolvidable Marcelo Lombardero como Jefe de Policía, terriblemente siniestro, imposible no sentir escalofríos cada vez que aparecía) y la del Teatro Avenida también con Carla, tuve oportunidad de ver hace muchísimos años la del antiguo Teatro Argentino de La Plata con la gran Noemí Souza (cantada en italiano como se estilaba en aquel entonces) y la del director «under» Sergio Luján en Montevideo (cf. https://www.elsigma.com/arte-y-psa/la-estructura-de-ficcion-de-la-verdad-el-consul-en-montevideo/13321), quien «hackeó» la página web del Teatro Solís a fin de que todo aquél que la abriera se sintiese observado e investigado…

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