DON GIOVANNI, Mozart … Estrellas de la lírica en una propuesta más… Verbier Festival 2022 (crítica y video de la función)

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Don Giovanni en pocas palabras es un playboy en un camino de destrucción pasando por todos sus estadios. En el célebre Festival de Verbier, se acaba de estrenar esta nueva propuesta semi escenificada del Don Giovanni. Una propuesta con una pléyade de solistas, voces algunas en estilo y otras por prestigio se alborotan en el escenario.

Como figura absoluta uno aprecia a Peter Matei, prestancia, estatura, seguridad, el carácter está ahí y, sin embargo, Mattei no hace nada. Traje de ciudad y manos en los bolsillos. Insolencia venenosa y encanto caprichoso. Voz insinuante, fraseos encarnados con ese legato hechizante que hace de su “Deh vieni alla finestra” una pieza que nos derrite en sensualidad, el arquetipo del sex-appeal vocal.
Tanto más llamativo después de estas delicias, su “Fin ch’han dal vino”, donde, por el contrario, se ofrece el descaro de afear su voz para hacer de este aire algo diabólico, violento, aterrador.

La otra gran atracción de la velada es la Donna Elvira de Magdalena Kozena, su encarnación es puramente vocal. Adornos y trinos impecables, vocalizaciones brillantes nos lleva a la histeria del personaje y su humana sinceridad, es a la vez ridículo como cómico ( hablo del personaje) y trágico, y eso desde su entrada “¡Ah! Chi mi dice mai lo que barbaro dov’e”.  Algo sucede, medio patético, medio divertido (Mozart-Da Ponte juega con esas múltiples apariciones-imprecaciones de un cómic de ensayo) y, más allá de las sonrisas, por un delicado equilibrio, el personaje conmueve por el tono de voz, que lleva en sí un peso de vida.

El alter ego de Don Giovane justo peso de dolor y ambivalente a este personaje mitad cómplice, mitad víctima, engañado, golpeado, humillado, engañado por su amo, pero siempre fascinado por él. Su voz gana en redondez, aunque no tenga las seducciones de la de Peter Mattei, y sobre todo se impondrá la encarnación del personaje, su imploración al “¡Ah! pieta, signori miei” agregando grandeza al patetismo.

Olga Peretyatko (Donna Anna) decepcionó con una interpretación desprovista del espíritu, el fraseo y la agilidad que exige Mozart. Con una dicción complicada, la soprano pareció dar un paso en falso en las vocalizaciones de su » Non dir mi, bell’idol mio  «.

El impresionante Commendatore de Alexandros Stavrakakis , bajo profundo de canto marmóreo, emitió sus imprecaciones sin vibrato, petrificando tanto como petrificado, voz intrépida y sepulcral. Ya impresionante en la escena del duelo y su muerte en el primer acto, es en la escena del cementerio que derribó a todos y en primer lugar a este gallardo Don Giovanni,teniendo un dúo escalofriante lleno de matices realizados por Matei.

Muy convincente también el Ottavio de Bogdan Volkov , tenor lírico de voz radiante, de perfecta homogeneidad, que dibuja un carácter viril y fiero. Su “Dalla sua pace”, con legato perfecto, fuerte radiante, está adornada con una muy elegante versión a voces mixtas, y su aún más bella “Il mio tesoro”, estallará en fervor y solidez intrépida, dando al personaje algo parecido a grandeza.

La Zerlina de Anna al-Khasshem es seductora y astuta, atrevida y cobarde a la vez, dominando a su valiente Masetto ( Julien Van Mellaerts , de voz correcta ). Ella presta a su “Batti, batti, o bel Masetto” una seducción tan voluptuosa como musicalmente deliciosa, porque la voz es arrebatadora (como toda su persona) y el estilo perfectamente mozartiano.

La puesta en escena fue realizada por David Sakvarelidze, siendo obvio que esta reunión de «stares» escénicas fue felizmente más allá del marco fijo. Lo único discutible es el hecho de que el director les diera la espalda a los cantantes fue una desventaja, a decir verdad, sin importancia, se puede olvidar la torpeza de la puesta en escena de imitación, y vemos sin ver las imágenes a lo Chirico proyectadas al fondo.

El sexteto final, dolorosamente moralizante por muy hermoso que sea musicalmente, sufrió bastante por darle la espalda al director, un pecadillo de una buena velada, que demostró una vez más que Don Giovanni es una obra maestra teatralmente fuerte pero ¿puede prescindir del teatro?

Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)

Don Giovanni KV 527, dramma giocoso en dos actos con libreto de Lorenzo Da Ponte. Regie: David Sakvarelidze. 

Protagonistas: Peter Mattei, Don Giovanni; Olga Peretyatko, Doña Anna; Bogdan Volkov, Don Octavio; Alexandros Stavrakakis, Il Commendatore; Julien van Mellaerts, Masetto; Magdalena Kožená, Donna Elvira; Mikhail Petrenko, Leporello; Anna El Khashem, Zerlina. Coro del Atelier Lyrique de l’Academy. Orquesta de Cámara del Festival de Verbier. Dirección: Gabor Takacs-Nagy.

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