Concierto 16 de la O.F.B.A. – Teatro Colón (Dvořák, Lili Boulanger, Sibelius): virtuosismo y generosidad en buena compañía…

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La inspirada directora invitada Ligia Amadio dirige la decimosexta sesión de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires con un programa que impresiona por el tecnicismo del virtuoso violonchelista Zuill Bailey:

¡Hacía diecisiete años que la directora brasileña Ligia Amadio no ocupaba el escenario del Colón frente a la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires! Podemos decir que esta velada es también un homenaje al papel de la mujer en el mundo a veces muy masculino de la música clásica, ya que también se da la (rara) oportunidad al público de Colón de descubrir el repertorio de Lili Boulanger que estuvo en su tiempo, los argentinos tal vez no lo saben tanto, la maestra del inmenso Astor Piazzolla.

Es con el temible Concierto para violonchelo en si menor de Dvořák (compuesto en la última década del siglo XIX) donde el público descubre la potencia y la energía comunicativa del solista estadounidense Zuill Bailey, apoyado por la dirección mimética de Ligia Amadio que estructura el conjunto con gestos amplios y decididos, y una inversión permanente… con o sin batuta en la mano. La curvas de la orquesta destacan unos colores cálidos muy bonitos así como la amplitud de los timbres que se escapan de los metales. Los ataques del violonchelo son ambos secos, sin excesivo volumen, pero con una expresividad casi vocal. Es en el 1er movimiento, a la vez voluminoso e impactante, que el sonido abrupto de los arrebatos del virtuoso Zuill Bailey llena el espacio sonoro del Colón con maestría, generosidad y virtuosismo perfectamente calibrados. Más lánguido y más propenso a las efusiones líricas, el 2º movimiento destaca la delicadeza de la matizada ejecución del solista, apoyada por la dirección orquestal. Grandioso y deslumbrante, el 3er y último movimiento invita aún más a una interpretación técnica y expresiva que Zuill Bailey confronta y domina, a juzgar por las miradas cómplices y satisfechas que intercambian el solista y la maestra de ceremonias.

D’un Matin de printemps (De un mañana de primavera) de Lili Boulanger es una obra de circunstancia en el avance primaveral de la temporada 2022 de la OFBA. Compuesta en 1918 pocos meses antes de la muerte de la compositora francesa, es una pieza luminosa, alegre y fresca como el rocío de la mañana o la ingrávida esperanza de unos instantes salvadores. La dirección envolvente de Ligia Amadio se calma suavemente en este ambiente primaveral, la calidez de las filas de la orquesta devolviendo al carácter iridiscente y vital de la melodía todo su encanto etéreo. Es en perfecta simbiosis con la partitura y la OFBA que la directora abraza la delicadeza de esta composición muy pocas veces interpretada en el suelo del Nuevo Mundo.

Finalmente, es Sibelius y su Sinfonía n.° 7 en do mayor (1924) quien cierra el programa de la velada, siguiendo una cronología que acerca al público más allá de una modernidad europea que se asienta en los márgenes de los siglos XIX y XX sin renunciar a cierta idea (y primacía) de la melodía. Solemnidad, flexibilidad, voluptuosidad, belleza de líneas: es una dirección casi maternal la que implementa Ligia Amadio, tanto echada en los acentos melódicos como vigilante en los tempos. La dirección de la orquesta mantiene todo el equilibrio y matices esperados en la interpretación de esta sinfonía. La delicadeza de Ligia Amadio da a esta obra esa impresión de fundido cruzado en el juego de dinámicas y texturas que se suceden con deleite y entusiasmo bajo la batuta de la directora invitada.

El público, muy reactivo y receptivo, no se equivocó al expresar con calurosos aplausos el saber hacer de una directora atenta y generosa, la precisión interpretativa de la orquesta y la brillantez virtuosa del solista que marcó la primera parte del 16º concierto de la OFBA del año. En la exactitud de estos enfáticos agradecimientos, lamentamos que la competencia intuitiva de este mismo público, que es real, no le prohíba sin embargo aplaudir indebidamente entre los movimientos de un concierto o utilizar teléfonos móviles que supuestamente tendrían que estar en silencio.

1 COMENTARIO

  1. Excelente y certero comentario sobre este Concierto, felicitaciones! Desde Montevideo tuvimos el deleite de verlo directamente por Youtube. Totalmente de acuerdo con lo expresado sobre el mismo. Los uruguayos que amamos la música culta , disfrutamos a la Mtra. Ligia Amadio durante cinco años como directora titular y artística de la Orquesta Filarmónica de Montevideo. Ùnica y excepcional!!

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