sábado, 1 de abril de 2023
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Tosca de G. Puccini…»Cuando la DIVA, supera a la cantante»… Teatro Colón 2022

LECTURA RECOMENDADA

Compuesta entre 1896 y 1899, Tosca se estrenó en el Teatro Costanzi de Roma el 14 de enero de 1900. El éxito del drama se debió, en parte, a la interpretación de Sarah Bernhardt , que entonces tenía treinta y ocho años. , considerada la mejor actriz de todos los tiempos. Unos años antes, de hecho, el propio Puccini había asistido a una representación del drama en Milán en 1892, interpretada por Bernhardt en el papel de protagonista.

La historia está basada en el drama del mismo nombre de VictorienSardou Los dos libretistas LuigiIllica y Giuseppe Giacosa , que tuvieron la oportunidad de trabajar asiduamente con Puccini a partir de ese momento, intervinieron consecuentemente el texto, aligerando varias partes con respecto al original francés.
La obra de Puccini sigue, por tanto, un desarrollo narrativo centrado en los tres personajes principales:  Floria Tosca, Mario Cavaradossi y Scarpia .
Los hechos se concentran en un solo día, el del 14 de junio de 1800. El trasfondo de la historia es una Roma papal en gran agitación política y social, en un clima de gran efervescencia por los acontecimientos posrevolucionarios en Francia a finales del siglo XVIII. Tosca trae a escena una gran tragedia de amor, engaño y muerte. Floria Tosca es una famosa cantante, una diva de fuerte pasión impregnada de celos, una mujer de grandes contrastes: religiosa por un lado y transgresora por el otro; el pintor Mario Cavaradossi, su amante, es un aristócrata de inclinaciones liberales, un artista fiel a la República Romana anticlerical, un ilustrado revolucionario; el Barón Scarpia es el villano de la situación, jefe de la policía pontificia, por tanto, símbolo de poder, pero también de corrupción.

La partitura, muy rica, abunda en giros y vueltas, pero ciertamente no faltan arias notorias, conocidos hoy incluso por aquellos que no son aficionados a la ópera.

Tosca se representó por primera vez en el Teatro Colon en 1908, luego revivida en diversas temporadas con cantantes históricos de la lírica mundial. La lectura realizada por el director emérito Roberto Oswald fue propuesta por primera vez en el escenario del primer Coliseo argentino en 1992, para ser revivida en 1993, 1998, 2003 y 2016. Una reposición, que se la ve vetusta al día de hoy, con serios problemas en iluminación, que la transforma en mas de una oportunidad en imágenes de cartón pintado, sin la perspectiva que otrora el célebre regista planteó.

El tenor Yusif Eyvazov fue un Cavaradossi con voz adecuada, pero escaso de emoción. Si cantar – como lo define el diccionario – fuera simplemente emitir sonidos melodiosos, solamente nos interesaría saber si la voz del intérprete es la que requiere el personaje de Cavaradossi. En este sentido no cabe duda de que Eyvazovcumplió con lo que el personaje requiere, ya que la voz ha adquirido un poderío y un volumen más que notables en poco tiempo, sin que haya perdido la facilidad que tenía en las notas más altas. Si cantar – como yo lo entiendo – consiste en transmitir emociones, además de producir sonidos melodiosos, deja bastante que desear. Sus dos momentos estelares – Recondita armonia y E lucevan le stelle – no transmitieron la más mínima emoción. Únicamente decidió cantar de verdad en O, dolci mani., pero junto a Netrebko se desvanece, su timbre metálico y su voz estrecha deja mucho que desear, a pesar de los majestuosos tonos altos. Eyvazov no logra dar vida a Cavaradossi. Gran parte de esta actuación de gala sabe a ensayo general. 

Foto gentileza: PRENSA TEATRO COLÓN / MÁXIMO PARPAGNOLI

Anna Netrebko es una de las mejores Toscas del presente. con un caudal vocal y extensión notoria, pero con un problema, en el control en los fortes a pesar de su increíble facilidad para filar y apianar con un instrumento tan poderoso. Netrebko es una Diva en cada centímetro. Pero los celos ardientes, la pasión, la situación desesperada que lleva a Tosca al borde del asesinato, nada de esto se siente. Actúa con demasiada coquetería, con demasiada frialdad, con demasiada irreflexión. Como si quisiera entregar el papel de pasada.

En el caso del Scarpia de Fabian Veloz, dosificó su caudal y coloreo la voz, desde la ira del déspota hasta la meliflua seducción del falso amante, para ofrecer una versión de Scarpia de altísimo nivel. Tanto en su recreación del Te Deum, ¡como en un segundo acto plagado de detalles de calidad -basto escuchar la frase «Quest’ora io l’attendeva!», muy a lo Tito Gobbi, para comprender cómo lo ha estudiado. Hay intención y matiz, con buen manejo de las dinámicas, logrando junto a Netrebko, logro un inolvidable segundo acto.

Foto gentileza: PRENSA TEATRO COLÓN / MÁXIMO PARPAGNOLI

El Mtro. Michelangelo Mazzaestuvo correcto como director, obteniendo tanto de la Orquesta como del Coro titular del Teatro una prestación de enorme calidad. Hasta tal punto es buen director que permitió que los solistas realizaran sus “particularidades” en algunos momentos, como el demasiado moroso “È lucevan le stelle“, para lucimiento de  Eyvazov,

Una Tosca que para los tiempos que se viven en el Teatro Colon, seguramente quedará en el recuerdo de alguno de los espectadores, pero no marcará en la gran historia lirica del Teatro, sino el paso de una Diva …

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