EL PIMIENTO VERDI, Teatro General San Martín (Sala Martín Coronado)
Elenco
(por Orden de Aparición):
Sito Nacho Gadano
Fidel / Pianista Damián Mahler
Roberto / Tenor Nacho Mintz
Leonor / soprano Carolina Gómez
Sigfrido / Tenor Santiago Sirur
Brunilda / Soprano Mirta Arrúa Lichi
Blas / barítono Víctor Hugo Díaz
Intérpretes alternantes
Miguel Drappo (Roberto)
Flor Benítez (Leonor / Brunilda)
Coordinación de Producción (CTBA)
Gustavo Schraier, Federico Lucini
Asistencia de Dirección (CTBA)
Mina Battista, Horacio Larraza
Asesoramiento de fundición Norma Angeleri
Adjuntos de Dirección
Martina Cabanas, Borja Mariño
Iluminación Bernat Jansà
Vestuario Isabel López
Reposición de vestuario (CTBA) Aníbal Duarte
Escenografía Josune Cañas
Dirección Albert Boadella
Una obra compleja, dentro de la simplicidad escenica. Desde su planteamiento una pareja de cantantes líricos, participan en «EL PIMIENTO» de una cena en honor del bicentenario del nacimiento de Verdi durante la cual comienzan a entonar el célebre «brindis» de La Traviata, en otra mesa una pareja se ríe de la musica del compositor de Busetto, Estas dos personajes tambien cantantes líricos transformaran ese homenaje en una lucha humorística entre GIUSEPPE VERDI y RICHARD WAGNER. Durante los casi 110 Minutos de la obra irán sucediendo hechos marcados con las obras geniales de estós dos célebres compositores. Su director Boadella e ideologo de esta excelente obra, nos habla del planteamiento de las dos nociones del arte y del mundo con una significativa influencia en su tiempo y en sus generaciones posteriores, Algunos de las cuales utilizaron sus partituras en función de intereses políticos diversos.
Así las cosas, el espectáculo brilla con fuerza por la excelencia de todos sus protagonistas, y por los muchos elementos con que juega, siempre desde la línea Boadella: una sensibilidad traviesa que fustiga la pedantería, abomina de las convenciones y se ríe como niño de la libre imaginación Que le encanta compartir con el publico como si fuese una actividad lúdica.
Y mucho es con lo que juega. A tal punto que hace cantar a dos magníficos «operísticos» (Nacho Mintz y Carolina Gómez) con la boca llena de comida y consonantes alemanas, escupiéndose «los restos» entre si, o consigue que Santiago Sirur impacte con un aria de Il Trovatore «Di quella pira» mientras cocina un bife a la parrilla.