ÓPERA RAQUELA (UN ACTO)
FELIPE BOERO
GRUPO ARTISTAS ESPACIOS ALTERNATIVOS (G.A.E.A)
DIRECTOR GENERAL: LEONARDO BRAVO
PASAJE DARDO ROCHA SALÓN AUDITORIO
SÁBADO 18 Y DOMINGO 19 MAYO
Asistente de dirección: Victoria Clementi
Reggie: Leonardo Bravo – Victoria Clementi
Coreografías: Jorge Filippa – Alejandro Godoy – Emmanuel Frers
Diseño de vestuario: Antonia Gusmerotti
Sonido e iluminación: Paulo Nazaro – NMsound
Escenografía y ambientación: Hector Folino – Miguel Angel Lescano
Maquillaje y peinado: Maria Grimaux-Nelba Makeup : Carlos Muñoz
CORO DEL GRUPO DE ARTISTAS EN ESPACIOS ALTERNATIVOS
Raquela: Silvana Radicena–Silvia Duffi
Honorio: Migue Angel Lescano–Carlos Vassallo
Servandi: Leonardo Sacco
Don Lucio: Ernesto Tettamanti
Piano: Paula Gelpi – Andrés Pelaez
Bailarines: Jorge Filippa – Elías Rivas Gadán – Ailén Díaz
Payador: Ricardo Varela
Tres años tardó Puccini en condensar el drama Tosca y pasar de la obra de teatro a la ópera. Para no ser una ópera tan larga es mucho tiempo, pero comprimir (amor, intriga, violencia, pasión, muerte) y dar dinamismo para las nuevas épocas y los renovados públicos no es tarea fácil. Esto dio como resultado uno de los grandes títulos del género, uno de los mejores ejemplos de verismo que llega a nosotros vital y siempre contemporáneo.
Boero trata justamente en Raquela de repetir esta fórmula exitosa (amor ,intriga, violencia, pasión, muerte). Continuidad en los recitativos, arias en pinceladas, segmentos musicales que ayudan al empaste y al color escénico y, por sobre todo, acción dramática sin preámbulos.
Raquela copia los modos europeos y busca en el sonar telúrico acercarse al público melómano y popular.
La compañía que dirige Leonardo Bravo, a fuerza de voluntad y trabajo artesanal, pudo poner en escena esta rara pieza de nuestro repertorio justamente en estas épocas de fiestas patrias.
Porque si hay algo que caracteriza a su director es, además de una persona iluminista, alguien atento al calendario. No poca cosa en estas épocas de desidias institucionales.
Esta compañía ya es un clásico de la ciudad y ayudada a pulmón por la comunidad y autofinanciada no deja de producir títulos de lo más variado del repertorio.
Los cantantes solistas se mostraron seguros e histriónicos pese a lo difícil de algunos pasajes vocales. La extensión vocal es llamativa y los pasajes en los bordes del registro fueron sorteados satisfactoriamente.
El coro dio la nota de color no solo cantando sino también en las diferentes coreografías folklóricas. Acertada inserción del payador y los bailarines, que dan el tono a la puesta.
Los pianistas se lucieron, diré que es muy bella la partitura de piano y tiene pasajes para escuchar con más detenimiento. Paula Gelpi y Andrés Pelaez ejecutaron el marco musical preciso para esta obra.
Una obra de nuestro olvidado bagaje cultural que podemos disfrutar sin excusas; acá no más, en el Pasaje Dardo Rocha.