La ciudad española de Cuenca es una de las más atractivas de España. Fundada por los árabes, en plena Castilla-La Mancha, a aproximadamente unos 200 km. al sur de Madrid, mantiene su histórico casco antiguo amurallado en una montaña sobre los ríos Júcar y Huécar. Precisamente sobre el barranco de este último se encuentra el edificio más emblemático y conocido de la ciudad: las Casas Colgadas. Estas icónicas edificaciones han estado allí desde siglos, desafiando las leyes de la física, aferrándose a los bordes del acantilado y ofreciendo desde sus balcones vistas impresionantes del entorno natural. Su silueta actual data de la reforma realizada en 1927, y en la década del 60 del siglo XX, el Ayuntamiento de Cuenca llevó a cabo un proceso de restauración que aseguró su conservación.
Pero además de su valor histórico y arquitectónico, las Casas Colgadas deben su fama a que albergan uno de los museos más fascinantes y singulares de España: el Museo de Arte Abstracto Español. Inaugurado el 1 de julio de 1966 por iniciativa del artista Fernando Zóbel, este museo es un tesoro tanto para los amantes del arte moderno como para quienes buscan comprender la evolución de la abstracción en España.
El Museo de Arte Abstracto Español: Un espacio pionero
El Museo de Arte Abstracto Español se encuentra en las tres Casas Colgadas más antiguas y mejor conservadas, ofreciendo un entorno que contrasta armoniosamente lo moderno con lo histórico. Este museo es pionero en su género, no solo por ser el primero dedicado exclusivamente al arte abstracto en España, sino también por su misión de mostrar la diversidad y profundidad del arte español contemporáneo. Su creación fue posible gracias a la visión de Zóbel, quien ya para entonces poseía una destacada colección de obras de arte abstracto. Él mismo se encargó de la museografía, diseñando un espacio en el que las piezas no solo se exhiben, sino que dialogan con la arquitectura medieval.
El museo alberga obras de artistas como Antonio Saura, Eusebio Sempere, Gerardo Rueda, Pablo Serrano y muchos otros que compartieron la misma visión de una España renovada artísticamente. Las paredes de piedra de las Casas Colgadas contrastan maravillosamente con la modernidad de las obras, creando una atmósfera que invita a la contemplación y el diálogo entre el pasado y el presente. Actualmente, el museo cuenta con más de 130 piezas, organizadas en exposiciones permanentes y temporales. La colección también ha sido ampliada gracias a donaciones de artistas y a la gestión de la Fundación Juan March, que ha permitido la sostenibilidad y el crecimiento del museo.
Una de las características más destacables de este museo es que no se limita a la mera exhibición de obras de arte; también se ha convertido en un espacio de investigación y divulgación del arte abstracto español, organizando conferencias, talleres y visitas guiadas. De este modo, el museo ha cimentado su lugar no solo en el panorama artístico de Cuenca, sino también en el circuito cultural internacional.