Come From Away (musical). Autores: David Hein e Irene Sankoff. Adaptación: Marcelo Kotliar y Carla Calabrese. Dirección: Carla Calabrese. Elenco: Gabriela Bevacqua, Carla Calabrese, Fede Couts, Sebastián Holz, Lucila Gandolfo, Mela Lenoir, Fernando Margenet, Argentino Molinuevo, Edgardo Moreira, Silvina Nieto, Agustín Pérez Costa, Silvina Tomé, Manu Victoria, Lali Vidal, Pato Witis y Fátima Seidenari. Sala: Teatro Maipo (Esmeralda 443, C.A.B.A.). Funciones: Viernes y Sabados 20,30 Hs., domingo 19,30 hs. Nuestra calificación: excelente.
Hay obras que logran recordarnos lo esencial: que más allá del miedo y la incertidumbre, siempre hay un otro dispuesto a tender la mano. En la reposición de Come From Away en el entrañable Teatro Maipo, este mensaje se alza con una fuerza tan luminosa que es imposible no salir del teatro con el corazón conmovido.
Basada en hechos reales tras los atentados del 11 de septiembre, la pieza nos transporta a Gander, ese pueblito remoto de Terranova que, de un día para el otro, recibió a miles de pasajeros desviados, regalando hospitalidad, abrigo y consuelo. Un canto a la solidaridad sin banderas ni pasaportes, donde la humanidad florece incluso en los momentos más oscuros.
La excelente dirección de esta pieza de ajedrez teatral a cargo de Carla Calabrese logra un engranaje perfecto, donde cada gesto y cada mirada tienen un peso específico, sin grandilocuencias ni golpes bajos. A esto se suma la exquisita dirección musical de Santiago Rosso, que sostiene el pulso emotivo en cada compás, la dirección vocal precisa de Sebastián Mazzoni, y las vibrantes coreografías de Agustín Pérez Costa, que dotan de vida cada transición. Mención aparte para la talentosa adaptación al castellano realizada por Carla Calabrese junto a Marcelo Kotliar, que logra que la historia respire con naturalidad en nuestra lengua sin perder su esencia.
El elenco es un auténtico milagro coral, un tapiz de voces y cuerpos que se funden para contar cientos de historias en una sola. Gabriela Bevacqua, Carla Calabrese, Fede Couts, Sebastián Holz, Lucila Gandolfo, Mela Lenoir, Fernando Margenet, Argentino Molinuevo, Edgardo Moreira, Silvina Nieto, Agustín Pérez Costa, Silvina Tomé, Manu Victoria, Lali Vidal, Pato Witis y Fátima Seidenari conmueven, divierten, estremecen y, sobre todo, nos recuerdan que el teatro vive cuando los intérpretes se entregan con el alma entera.
Y aquí debo hacer una confesión: mi otro yo, el severo Dr. Merengue, suele emerger con su ceño fruncido para cuestionar excesos, errores o golpes bajos. Pero en esta oportunidad ha decidido guardar silencio, rendido ante la excelencia y el amor palpable con que se construyó cada detalle. Porque cuando el escenario se convierte en un auténtico acto de fe en el otro, hasta el crítico más filoso debe inclinarse y aplaudir.
Come From Away en el Maipo no es solo una gran producción musical. Es un tierno abrazo colectivo, un recordatorio de que, incluso en las peores tormentas, podemos elegir ser faros para quienes quedan a la deriva. Y eso —en el teatro y en la vida— es lo más hermoso que podemos compartir.