«Somos Child Free» (Libre de hijos)
PASEO LA PLAZA, Av. Corrientes 1660, CABA
Función para la prensa (27/6/2016)
Autor: Matías del Federico
Adaptación : Mauricio Dayub
Dirección: Marcos Carnevale-Mauricio Dayub
Elenco
Gabriel Goity
Eugenio Tobal
Dennis Smith
Valeria Lorca
Martin Pavlosky
Mariana Melinc
Asistente de Dirección :Mariana Melinc
Diseño de Escenografía: Graciela Galán
Diseño de Iluminación: Gonzalo Córdoba
Diseño de vestuario: Graciela Galán
Música : Javier López del Carril
Productores Generales: Nacho Laviaguerre-Mauricio Dayub
En un departamento moderno, casi minimalista, surcado por el Feng-Shui y las buenas ondas se desarrolla la trama. El vestuario en total acuerdo visual con la escenografía y las luces sitúan prolija y cómodamente al espectador en el centro del hogar.
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Si bien el conflicto es de una pareja el hilo conductor que va desencadenando la trama es el hermano homosexual de la protagonista, que cual moderno Tiresias (ciego de tragedia griega) es observador, veedor, anticipador, mediador y opinólogo de turno. Con simpatía y cierta maldad lleva la acción y la desarrolla, dejando a los protagonistas reales a merced de sus propias endebles psiquis y la furia de las tendencias.
La levedad con que se abordan temas trascendentales e inherentes, social y humanamente a la vida reflejan los tiempos que corren.
La profesora de yoga es gurú de sus alumnas, todos dependemos de la tecnología, adictos a los «like» cibernéticos y ajenos a los «likes» de carne y hueso que tenemos al lado. Los tipos y consejitos definen la felicidad o la angustia. (Hace esto o aquello, me lo aconsejó la prima de la vecina de la chica del gym).
Políticamente correcta, el planteo del amor, la libertad y la maternidad se ven discutidos por todos los personajes en un entramado vocal que no llega a la polifonía de “Bajo terapia” – también de Matias del Federico – pero que seguramente se irá aceitando en el discurrir de las funciones.
Eficaz la pareja principal Tobal – Goity (este logra hacer querible un personaje que podría representarse en tono de soberbia), aun con cierta lejanía propia del estreno pero manejando los tempos escénicos. Otros personajes secundarios lucen acelerados y tímbricamente agudos, tal vez por el debut.
El gancho de la obra reside en el lenguaje visual, gesticular, de frases y yetes, clichés callejeros y televisivos, el tono cotidiano de la obra. Fácil de ver y entender y sobre todo divertido, lleno de gags y chistes, guiños para que el espectador se identifique.
Los ya habituales golpes de efecto argumentales que utiliza el autor se proyectan durante toda la obra. Algunos se resuelven dramáticamente, unos quedan flotando para quien los quiera escuchar y otros se diluyen.
Lo cierto es que si de temáticas actuales se habla, Matías del Federico le ha encontrado la vuelta al argentinismo (si existe esa palabra, lo ha sabido subir a un escenario y al éxito.
Repensando el tema central (y usando un ejemplo universal) desde el Génesis los matrimonios piensan seriamente si complicarse la vida con hijos.
¡Menos mal que se complicaron!