TEATRO: «DESEO» de Miguel del Arco ; o ¿por qué lo llaman “Deseo” cuando quieren decir “Miedo”? con Julieta Ortega, Alejandro Paker, Juan Gil Navarro y Moro Anghileri en el Teatro Metropoitan Citi

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DESEO de Miguel del Arco

Elenco:
Juan GIl Navarro( Manuel), Julieta Ortega (Ana), Alejandro Paker(Teo) y Moro Anghileri (Paula)
Diseño Gráfico: Alejandro Ros
Fotografía de Estudio: Nora Lezano
Maquillaje Fotográfico: Victoria Fraidenraij
Prensa: Furgang Comunicación
Asistente de Dirección: Valeria Grossi
Asistente de Producción: Natán Ponieman
Asistente de Escenografía: Hernán Salem
Asistente de Vestuario: Mercedes Santagueda
Producción Ejecutiva: Rodrigo Pellegrini
Productores Generales: Fabián Stratas y Hernán Zayas

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La obra del dramaturgo español Miguel del Arco venía precedido de mucha expectación sobre el trato que daría el autor a este tema tan antiguo como subjetivo llamado “Deseo”. Con un reparto de probada solvencia, con Julieta Ortega, Alejando Paker, Moro Anghileri y Juan Gil Navarro ; Miguel del Arco nos presenta a unos personajes cuyo universo emocional, por unas u otras razones, se encuentra profundamente desestabilizado.

Cuatro personalidades, cuatro momentos existenciales, cuatro vidas insatisfechas. Pero, ¿Acaso no es ese el modus operandi del deseo? ¿No es su primera estrategia clavarnos el aguijón de la insatisfacción? A través de unos diálogos muy fluidos, no exentos de buenas dosis de humor, vamos conociendo a los cuatro personajes. El armazón cómico, sin embargo, no nos puede despistar, bajo esa pequeña capa de desenfado se esconden profundas simas de inseguridad y decepción. Y ahí me pregunto en qué medida la pulsión que mueve a estos personajes es realmente el deseo o si, por el contrario, es el miedo. Miedo a no ser ya capaz de despertar atracción, en el caso deManuel; miedo a que nuestra relación de pareja no esté tan sólidamente asentada como pensamos, en el caso de Ana; miedo a no ser jamás querida, en el caso de Paula y miedo a quedarse sólo en el caso de Teo.

Vivimos en una sociedad en la que se nos impone la obligatoriedad de triunfar. Triunfar en lo profesional, en lo económico, en lo social y, por supuesto, en lo sentimental. En todos estos campos esta exigencia provoca estrés y competitividad. Por ejemplo, a nivel sentimental esto hace que siempre tengamos que estar escaneándonos para comprobar si las opciones que hemos tomado son las más exitosas: Si tenemos pareja nos atormenta pensar que tal vez podríamos haber encontrado algo mejor; si no la tenemos, aunque estemos felices con nuestra soltería, no deja de preocuparnos que ésta sea interpretada por los demás como un fracaso. La neurosis llega al punto de que es fácil envidiar la vida de los demás, el emparejado envidia las oportunidades de aventura del soltero, el soltero la estabilidad del emparejado. Es decir, tememos siempre haber fallado en nuestras elecciones sean estas las que hayan sido.

Una vez puestos sobre la mesa los antecedentes de cada uno de los personajes la trama comienza a desarrollarse apoyada en unas interpretaciones muy convincentes, mención especial a Alejandro Paker y a Julieta Ortega. La atención del espectador permanece ocupada con los ágiles diálogos aunque algunas situaciones no resultan especialmente originales y, en algún caso como, por ejemplo, las argucias de Paula rozan peligrosamente los planteamientos de la comedia de enredo. Para compensar el desliz tenemos escenas de gran interés, como, por ejemplo, la primera cena en la casa de campo en la que los personajes, tras una supuesta capa de cordialidad y afecto, experimentan verdaderos cataclismos interiores. Los tintes cómicos de los primeros minutos de la obra van dando paso a tonalidades cada vez más sombrías que concluirán con trazos violentamente oscuros.

La escenografía es correcta , en un estar que es casa y ambiente.La iluminacion sobre todo en las escenas eroticas, esta muy bien planteada en claros y sombras rojizas. La direccion actoral planteada por Alejandra Ciurlanti es convincente, en el manejo de este juego perverso de seduccion. En resumen un producto teatral de muy buena calidad, que ha reunido a mucho talento de nuestra escena y que merece nuestra atención.

 

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