sábado, 19 de julio de 2025
10.7 C
Buenos Aires

Ópera: SALOMÉ en la MET, un banquete sonoro servido en platos rotos

LECTURA RECOMENDADA

Richard Strauss,  SaloméOrquesta MET. Director musical: Yannick Nézet-Séguin. Dirección de escena: Claus Guth. Escenografía: Etienne Pluss. Vestuario: Ursula Kudrna. Iluminación: Olaf Freese. Diseño de producción: rocafilm / Roland Horvath. Coreografía: Sommer Ulrickson. Dramaturgia: Yvonne Gebauer. Elenco: Salomé – Elza van den Heever , Herodias – Michelle DeYoung , Herod – Gerhard Siegel , Narraboth – Piotr Buszewski , Jochanaan – Peter Mattei , Page – Tamara Mumford

En la reciente Salomé de Richard Strauss, presentada por el Metropolitan Opera bajo el conjuro de Yannick Nézet-Séguin, la música se erige como un torbellino de éxtasis y sombra, un elixir sonoro que embriaga los sentidos; mas, ay, la régie de Claus Guth, cual cortesano que ha perdido el rumbo en su propia fábula, fracasa en esculpir las almas de los personajes, dejándolos a la deriva en el océano arrollador de la partitura.

La orquesta, bajo la batuta de Nézet-Séguin, es un tapiz de prodigios: cada acorde, un relámpago; cada silencio, un abismo. Los bronces rugen con la cólera de un dios despechado, las cuerdas susurran con la melancolía de un deseo prohibido. La Danza de los Siete Velos, ese sortilegio orquestal, se despliega como un manto de fuego líquido, tan hipnótico que casi redime la torpeza escénica que lo envuelve. Nézet-Séguin, cual alquimista, transmuta la partitura de Strauss en un cáliz de opulencia y sutileza, pero su genio no puede salvar a una producción que naufraga en su incapacidad para dar forma coherente a las pasiones que la música invoca.

Elza van den Heever, como Salomé, canta con la precisión de un diamante cortado a la perfección, su voz un rayo de luz que atraviesa las cumbres vertiginosas de la partitura. Pero, ¡oh, cruel destino!, la régie la abandona, dejándola como una figura de cera, desprovista del frenesí demoníaco que debería arder en su pecho. Su Salomé es un retrato sin pulso, una sombra de la femme fatale que la música promete. Peter Mattei, en Jochanaan, ofrece un barítono de nobleza robusta, pero Guth no logra insuflarle el aura de un profeta tocado por lo divino; su presencia es más la de un caballero extraviado que la de un heraldo del apocalipsis. Gerhard Siegel, como Herodes, es la excepción en este páramo: su voz, un veneno destilado de lujuria y paranoia, captura la decadencia del rey con una intensidad que la dirección escénica no merece. Su actuación, un relámpago de verdad, brilla solitaria en un escenario que no sabe guiar a sus criaturas.

La régie de Claus Guth, en su afán de tejer un tapiz de simbolismos psicológicos, se enreda en su propia madeja. Los personajes, lejos de encarnar las facetas de sus almas tortuosas, vagan como espectros desorientados, incapaces de anclarse en la narrativa que la música de Strauss, en su furia y delicadeza, les ofrece. La escenografía, un revoltijo de espejos y alusiones victorianas, confunde la profundidad con el exceso, dejando a Salomé, Jochanaan y Herodes como náufragos en un mar de notas sublimes. Como diría el inmortal Wilde, muchos carecen del genio para carecer de genialidad, y esta Salomé, aunque musicalmente correcta, se pierde en una dirección que, en su incoherencia, traiciona la esencia de sus personajes y el latido de su música.

Mas articulos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

ULTIMAS NOVEDADES

Richard Strauss,  Salomé- Orquesta MET. Director musical: Yannick Nézet-Séguin. Dirección de escena: Claus Guth. Escenografía: Etienne Pluss. Vestuario: Ursula Kudrna. Iluminación: Olaf Freese. Diseño de producción: rocafilm / Roland Horvath. Coreografía: Sommer Ulrickson. Dramaturgia: Yvonne Gebauer. Elenco: Salomé – Elza van den Heever ,...Ópera: SALOMÉ en la MET, un banquete sonoro servido en platos rotos



IMPORTANTE

LOS VIDEOS SOLO ESTARÁN DISPONIBLES POR UN MES,
DESDE EL MOMENTO DE SU PUBLICACIÓN.


SI EL VIDEO NO SE VE, ES POSIBLE QUE YA SE HAYA ELIMINADO.