Damiano Michieletto — Director de escena
Paolo Fantin — Escenógrafo
Carla Teti — Vestuarista
Mattia Palma — Dramaturgo
Marina Rebeka — Médée (Act I)
Claire de Monteil — Médée (Acts II/III)
Stanislas de Barbeyrac — Jason
Nahuel Di Pierro — Créon
Martina Russomanno — Dircé
Ambroisine Bré — Néris
Greta Doveri — Confidante de Dircé
Mara Gaudenzi — Confidante de Dircé
Coro e Orquesta del Teatro de la Scala
Michele Gamba — Director
La última producción de Médée en el prestigioso Teatro alla Scala ha desatado una tormenta de emociones y controversia, marcando un hito en la historia operística. Setenta años después del legendario montaje protagonizado por la icónica Maria Callas, el genio innovador Michieletto ha revitalizado esta obra maestra de Cherubini con una visión audaz y provocativa.
Michieletto despliega una solución radicalmente intrigante al entrelazar los números musicales con diálogos hablados, proporcionando una nueva perspectiva al drama a través de los ojos de los hijos de Médée. Esta elección ingeniosa humaniza el relato, intensificando el sacrificio final de Médée y sus impactantes consecuencias.
El escenario, diseñado por Paolo Fantin y Carla Teti, evoluciona desde un palacio prístino hasta un mundo en desintegración, reflejando magistralmente la creciente venganza de Médée. Imágenes sorprendentes se suceden, desde Médée perseguida por una turba con palos hasta la impactante escritura de despedida en el set. Cada escena es una obra maestra visual que deja al público sin aliento.
En cuanto a las interpretaciones, Marinas Rebeka lidera con una dedicación apasionada, a pesar de los desafíos de salud evidentes, lo cual la llevó a ser reemplaza en el 2do acto y tercero por la soprano Claire de Monteil. Stanislas de Barbeyrac ofrece una interpretación convincente como Jason, mientras que Nahuel Di Pierro aporta una presencia escénica inigualable como Créon. El elenco, en su conjunto, deleita con una dicción impecable y una entrega emocional cautivadora.
Musicalmente, la orquesta de la Scala bajo la dirección de Michele Gamba alcanza niveles de excelencia, aunque la experiencia del live plantea interrogantes sobre el equilibrio del volumen en el teatro.
En resumen, esta producción de Médée es una experiencia teatral que desafía las convenciones y deja una impresión indeleble en el corazón y la mente del espectador. Es un triunfo artístico que trasciende las fronteras del tiempo y del género, estableciendo un nuevo estándar para la ópera contemporánea.