Luminarias Líricas: Luces y Sombras en la Representación de Tosca – Arena di Verona 2023 (critica y video de la función)

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Festival Arena de Verona 2023

Puccini: TOSCA

Aleksandra Kurzak, Roberto Alagna, Luca Salsi, Giorgi Manoshvili, Giulio Mastrototaro, Carlo Bosi, Nicolò Ceriani, Dario Giorgelè, Erika Zaha. Dirección musical: Francesco Ivan Ciampa. Dirección de escena: Hugo de Ana.

La representación de «Tosca» en la Arena presentó un elenco de destacados intérpretes líricos, encabezados por Roberto Alagna en el papel de Mario Cavaradossi. Sin embargo, mientras que Alagna demostró un compromiso apasionado con su personaje, su voz ya no exhibe la misma lustrosa calidad de tiempos pasados. Aunque encomiable su enfoque para enfrentar los agudos desafiantes, la necesidad de recurrir a recursos técnicos revela la inevitable decadencia de su instrumento vocal. A pesar de su perseverancia, su interpretación a menudo estuvo cargada de intrepidez en lugar de una musicalidad profunda.

La apertura de su aria «Recondita armonia» reveló una ligera frialdad y timidez, un resultado quizás de la presión de una audiencia expectante. A medida que avanzó la obra, su desempeño encontró mayor fluidez y brillo, aunque esta mejora fue más una muestra de tenacidad que de una recuperación completa de su antiguo esplendor. La culminación emocional llegó con «E lucevan le stelle», donde logró transmitir intensidad y belleza conmovedora, a pesar de las imperfecciones técnicas.

En contraste, la soprano Aleksandra Kurzak se destacó como la auténtica joya de la velada, encarnando a una Floria Tosca con matices y profundidad. Su voz, de tonalidad dulce aunque discreta, reveló una amplia gama de recursos a lo largo de la actuación. Su control en el registro grave le permitió abordar los sobreagudos con seguridad y facilidad, aunque su habilidad más notable radicó en su capacidad para fusionar la interpretación vocal con el drama escénico. El aria «Vissi d’arte» resaltó su destreza, apoyada por la dirección meticulosa de Francesco Ivan Ciampa, quien mantuvo un control firme sobre la orquesta y permitió que los cantantes brillaran.

Luca Salsi sobresalió en su rol como Scarpia, presentando una interpretación vocal matizada y enriquecedora. Su voz aterciopelada se adaptó perfectamente a la interpretación teatral, dotando al personaje de realismo y credibilidad. Aunque el resto del elenco mantuvo un nivel discreto, es justo mencionar la actuación sólida de Erika Zaha como el Pastor y el memorable «Te Deum» interpretado por el coro.

En última instancia, la representación de «Tosca» en la Arena dejó entrever una dualidad vocal y escénica. Alagna, a pesar de su compromiso apasionado, reveló las secuelas del tiempo en su voz, mientras que Kurzak emergió como la auténtica estrella de la noche, combinando una voz dulce con una habilidad dramática excepcional. La dirección precisa de Ciampa y la entrega emocional de Salsi añadieron capas de profundidad a la producción. En su conjunto, la representación presentó una combinación de talento contrastante y momentos memorables, aunque no sin recordarnos la fugacidad del esplendor vocal en el mundo de la lírica.

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