El Enigma del Huevo Imperial de Fabergé
El Huevo Imperial Fabergé, también conocido como el “Huevo de Jade”, es una pieza de la célebre colección de huevos de joyería de Fabergé, y representa el vigésimo quinto ejemplar de esta serie. Este huevo fue un regalo de Pascua del emperador Nicolás II a su madre, la emperatriz viuda María Feodorovna, en el año 1902.
Durante mucho tiempo, la información sobre este precioso objeto fue limitada, rodeada de misterio y basada en conjeturas. Se sabía poco más que el año de su creación, la identidad de su primer propietario y los detalles de la factura de compra. El huevo fue descubierto por los investigadores sin ninguna miniatura en su interior, lo que les llevó a especular sobre la posible identidad representada en la miniatura perdida. En 1922, un inventario de la Cámara de la Armería reveló una entrada intrigante: un huevo de jade con un soporte de oro y un retrato del emperador Alejandro III en un medallón. Esto llevó a un propietario posterior, en la década de 1990, a insertar un retrato de Alejandro III en el huevo.
Sin embargo, la verdadera naturaleza del huevo se mantuvo en la sombra hasta un descubrimiento clave en 2015, cuando se analizó una lista de las pertenencias personales de la emperatriz viuda María Feodorovna, fechada el 28 de julio de 1917 y publicada por primera vez en 2013. Este documento detallaba 150 artículos, incluyendo el Huevo Imperial de Pascua de 1902, descrito como un huevo en un marco dorado apoyado por dos columnas de jade, conteniendo retratos de la Gran Duquesa Olga Alexandrovna y el príncipe P. A. Oldenburg.
Este hallazgo confirmó que el retrato de Alejandro III había sido un error y reveló la verdadera sorpresa del huevo: los retratos de Olga Alexandrovna y Pedro de Oldenburg, cuya boda en 1901 fue un evento de gran importancia para María Feodorovna, quien deseaba que su hija menor permaneciera en Rusia. Los huevos de Pascua de Fabergé solían tener un significado especial, ya sea conmemorativo o relacionado con eventos del año anterior. Hoy, este huevo forma parte de una colección privada en Nueva York, Estados Unidos, y sigue siendo un objeto de fascinación y estudio para los expertos en arte y joyería.
Durante mucho tiempo, la información sobre este precioso objeto fue limitada, rodeada de misterio y basada en conjeturas. Se sabía poco más que el año de su creación, la identidad de su primer propietario y los detalles de la factura de compra. El huevo fue descubierto por los investigadores sin ninguna miniatura en su interior, lo que les llevó a especular sobre la posible identidad representada en la miniatura perdida. En 1922, un inventario de la Cámara de la Armería reveló una entrada intrigante: un huevo de jade con un soporte de oro y un retrato del emperador Alejandro III en un medallón. Esto llevó a un propietario posterior, en la década de 1990, a insertar un retrato de Alejandro III en el huevo.
Sin embargo, la verdadera naturaleza del huevo se mantuvo en la sombra hasta un descubrimiento clave en 2015, cuando se analizó una lista de las pertenencias personales de la emperatriz viuda María Feodorovna, fechada el 28 de julio de 1917 y publicada por primera vez en 2013. Este documento detallaba 150 artículos, incluyendo el Huevo Imperial de Pascua de 1902, descrito como un huevo en un marco dorado apoyado por dos columnas de jade, conteniendo retratos de la Gran Duquesa Olga Alexandrovna y el príncipe P. A. Oldenburg.
Este hallazgo confirmó que el retrato de Alejandro III había sido un error y reveló la verdadera sorpresa del huevo: los retratos de Olga Alexandrovna y Pedro de Oldenburg, cuya boda en 1901 fue un evento de gran importancia para María Feodorovna, quien deseaba que su hija menor permaneciera en Rusia. Los huevos de Pascua de Fabergé solían tener un significado especial, ya sea conmemorativo o relacionado con eventos del año anterior. Hoy, este huevo forma parte de una colección privada en Nueva York, Estados Unidos, y sigue siendo un objeto de fascinación y estudio para los expertos en arte y joyería.