Concierto 17 de la O.F.B.A. – Teatro Colón (Chopin, Wagner): Jan Latham-Koenig, futuro director musical del Colón, marca territorio

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La pianista argentina Ingrid Fliter tuvo gran éxito con su interpretación del Concierto n.° 2 en fa menor de Chopin, acompañada con delicadeza por Jan Latham-Koenig, quien se destaca como director demostrando todo su potencial artístico tocando extractos de óperas de Wagner al frente de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.

La sala se llenó para recibir a los músicos de la OFBA, la pianista Ingrid Fliter y el Director de orquesta Jan Latham-Koenig, quien, cabe recordar, asumirá la Dirección Musical del Teatro Colón a partir de 2023, en cambio del Maestro Arturo Diemecke. Es un poco su revancha frente al público del Colón de aquel que no convenció mucho por su reciente participación en ópera.

Chopin en una melodía de concurso

Los dos artistas invitados, director y solista, parecen estar en plena ósmosis con la OFBA para la interpretación del Concierto Nº2 Op. 21 de Chopin. Es una pieza que Ingrid Fliter conoce especialmente bien y que le abrió una gran carrera internacional como solista, ya que fue interpretando este mismo Concierto que ganó el segundo premio en el concurso Frédéric Chopin de Varsovia en 2000.

Desde el primer movimiento, la orquesta muestra una gran docilidad ante una dirección nerviosa, sobresaltada, afilada como una navaja. Los mandatos dirigidos a los músicos desencadenan un hermoso equilibrio en la orquestación. La solista destaca por una interpretación muy corpórea, una gran precisión de toque en los volúmenes y una musicalidad de encaje elegante y encantadora. Es con fuerza y ligereza en el apoyo de las líneas melódicas que Ingrid Fliter trama una ejecución expresiva y virtuosa.

El 2º movimiento revela en el solista un juego muy sutil en la expresión de languidez, en particular por el toque del teclado, acariciado con extrema delicadeza. La dirección de orquesta, por su parte, infunde un manejo de los volúmenes muy confiado, el Director está muy concentrado en su partitura, ejerciendo un control absoluto sobre sus intérpretes a los que guía y dirige hasta la palma de su mano. Las notas finales son de una limpieza que da testimonio de concienzudos ensayos preliminares.

El tercer movimiento impresiona con sus impulsos y ritmos orquestales. La complicidad es grande entre el director y el solista y es a través de este hermoso entendimiento que emerge una rara armonía. La claridad del piano es brillante. Los glissandi interpretados por la pianista son de gran destreza y el reflejo de una ejecución luminosa y elegante que encuentra en los dos bis (dos valses de Chopin) un repertorio brillantemente dominado por Ingrid Fliter. Muy aplaudida, pero demasiado pronto durante la efusión de las notas finales, éste recibe una larga ovación de pie.

Aberturas en lugar de cierre

Son tres preludios más un interludio extraído de las óperas de Wagner que aborda Jan Latham-Koenig con motivo de esta decimoséptima cita de la temporada al frente de la Filarmónica

OFBA. Muy esperada, la segunda parte de la velada es ambiciosa y anuncia nuevas perspectivas para esta orquesta.

Hay un efecto de asombro muy curioso para cualquier oyente familiarizado con la OFBA al escuchar cómo resuena bajo la dirección de Jan Latham-Koenig. Metales brillantes, cuerdas cálidas, percusión precisa, los colores de la OFBA son tan deslumbrantes en el Preludio del Acto III de Lohengrin que sugieren que provienen de una orquesta completamente nueva. El poder de la orquesta parece nuevo e inaudito. El Preludio y la Muerte de Isolda en Tristán muestran la fuerza interpretativa del Maestro. Su dirección, muy colorida, apoyada en gestos y una postura corporal orgánica, da lugar a una cierta potencia narrativa, muy colorida y colorida. La Marcha fúnebre de Sigfrido, fragmento de El Ocaso de los diodos, destaca la majestuosidad de los timbres y el equilibrio de los volúmenes, mientras que la vivacidad y la audacia de los colores quedan expuestas con motivo del Preludio de Los Maestros cantonnes de Núremberg.

Tras su conducción, Jan Latham-Koenig es aclamado como lo han sido en el pasado los directores más prestigiosos que han pisado el escenario del Teatro Colón, mientras que los aplausos previos entre cada pieza ya habían puntuado con cierta vacilación la segunda parte de la velada. Este éxito unánime obtenido por el director y sus músicos es sin duda un buen augurio para una brillante temporada 2023 de la OFBA.



4 COMENTARIOS

  1. Une très belle analyse, sensible et nuancée, tout en étant précise, qui donne des regrets de n’être pas en Argentine pur profiter d’aussi beaux concerts.

    • Merci infiniment pour ce commentaire fort sympathique. Je ne sais si mon papier mérite autant d’éloges mais il est vrai que nous avons la chance d’assister au Teatro Colón à des concerts qui valent la peine de voyager en Argentine pour y assister. Les mélomanes du monde entier, qui forment une grande communauté, y sont naturellement les bienvenus. Quant aux amis, ils savent bien qu’ils sont toujours accueillis avec beaucoup de plaisir… Pour ceux qui, enfin, appartiennent aux deux catégories, c’est encore plus facile : ils m’y accompagnent, par la pensée et les souvenirs, partout où ma sensibilité à pu croiser la leur et sont instamment priés de revenir en rediscuter sur place !

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