BODAS DE SANDRE
Federico García Lorca
Complejo teatral Buenos Aires
Sala Martin Coronado
Temporada 2022
Dirección. Vivi Tellas
Elenco
María Onetto, Nicolás Goldschmidt, Miranda de la Serna
Luciano Suardi, Alfredo Staffolani, Laura Nevole
María Inés Sancerni, Claudia Cantero, Maruja Bustamante
Florencia Bergallo, Agustín Daulte, Julián Ekar
Rita Pauls, Nadia Sandrone, María Soldi
Max Suen, Mbagny Sow
Bailarines Pablo Lugones, Eugenia Roces
Cantaora Nina Loureiro
Coreografía Pablo Lugones, Eugenia Roces
Música original y diseño sonoro Diego Vainer
Iluminación Jorge Pastorino
Diseño de vestuario Pablo Ramírez
Desarrollo escenográfico Rodrigo González Garillo
Diseño escenográfico Guillermo Kuitca
Me encantan estos textos clásicos. La vida plasmada en escena, llevada a la locura, al paroxismo de las pasiones…
La adaptación de esta obra siempre interpela al público de cualquier época y la catarsis está a pleno en la platea.
La puesta tiene interesantes propuestas, que el elenco este casi completo en escena, como parte de la escenografía, así como espectadores privilegiados de la acción, el uso del escenario abierto con movimiento dinámico y constante en las escenas entre otras cosas.
Las luces y la paleta de colores me recordaron algunos cuadros del barroco del siglo de Oro, austera, de colores neutros, basada en las composiciones de los haces de luz, la línea imaginaria y definida como parte fundamental de las escenas y los climas, siempre en tensión. Luego del texto la verdadera estrella el concepto escenográfico planteado por Guillermo Kuitca.

Costó al principio escuchar los textos, los nervios y el tamaño de la sala que por momentos le quedaba grande a la puesta y a los actores, dificultaba la audición; sin embargo, a medida que transcurría la obra se afianzaba en volumen y articulación.
Las primeras actuaciones parecieron un poco desparejas, María Onetto aportó su calidad y experiencia a un elenco joven. Agustín Daulte mostró su talento y versatilidad como la criada. Las tres muchachas fueron un gran soporte para los necesarios anticlímax entre tanta tensión.
Lo más difícil de este repertorio es encontrar el tono exacto, entre la entonación argentina y la española, decidir cual usar y no moverse de esa decisión.
El vestuario de un luto solemne, pero con toques de colores vibrantes, los bailarines y algunas canciones en vivo (la cantaora Nina Loureiro se lució a pesar de los nervios) fueron el detalle de prestigio de la obra, digna del complejo teatral y de la historia de pasión del autor, del teatro y del público de Buenos Aires.
Imperdible para esta primavera en CABA.