“MYLCH” de Sol Levinton y Sebastián Meschengieser. Protagonizada por Edu Blacher y Emmanuel Degracia. Ambientación: Vanesa Abramovich. Música Original: Eduardo Blacher. Diseño de realización de títeres: Gladis Garnica. Fotografìa y diseño de artes gráficas: NoreStudios. Prensa & difusión: Alfredo Monserrat. Asistente de dirección: Gastón Dufau. Dirección General: Daniel Fernández.
Las funciones se realizan todos los jueves a las 20 hs. en la sala Cortazar del Paseo La Plaza. Av. Corrientes 1660. CABA.
En la bulliciosa Buenos Aires, surge «Mylch», una pieza teatral y musical magistralmente creada por Sol Levinton y Sebastián Meschengieser. En este montaje, la música se convierte en el intérprete silencioso de los oscuros relatos que los clientes del bar traen consigo.
El escenario, embriagado por la melancolía y la intriga, se convierte en un santuario para las confesiones. Mylch, el pianista anclado al banquillo, se erige como el catalizador musical de las historias entrelazadas en un enjambre de deseos y miedos.
Las piezas interpretadas por Edu Blacher y Emmanuel Degracia no son solo música, son la voz de las almas atormentadas que buscan refugio en sus notas. Blacher, con su habilidad interpretativa, y Degracia, empujando la narrativa con maestría, tejen un tapiz de emociones crudas y reales.
Pero «Mylch» no es simplemente un espectáculo, es un espejo. Un reflejo desgarrador de los propios miedos y deseos de cada espectador, presentado con maestría teatral y musical. Las composiciones inéditas que surgen en este escenario logran emocionar, sorprender, inspirar y conmover a su audiencia con una honestidad «brutal».
La música, provocativa y apasionada, es la herramienta que despierta el inconsciente de aquellos dispuestos a escuchar más allá de las notas. La ambientación cautivadora de Vanesa Abramovich, el diseño de realización de títulos de Gladis Garnica y la visión artística de NoreStudios se conjugan bajo la dirección magistral de Daniel Fernández.
En resumen, «Mylch» no es solo una obra de arte teatral y musical, es un viaje sensorial, un diálogo íntimo con las profundidades de la psique humana. Una experiencia que desafía al público a enfrentar sus propias emociones y secretos, todo al compás de las inquietantes melodías de Eduardo Blacher.
En cada acorde, en cada suspiro, «Mylch» invita a sumergirse en el laberinto de las emociones más crudas y auténticas. Un encuentro con la vulnerabilidad humana que resuena mucho después de que las luces del escenario se hayan desvanecido.