Voces del pasado, «Rosalía Chalia»

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El nombre de Rosalia Chalia es desconocido hoy no solo para los amantes de la ópera, sino también para la mayoría de los coleccionistas de discos antiguos. Esta soprano cubana, nacida en 1863, no tuvo gran fama ni siquiera durante su vida: su carrera transcurrió principalmente en su país de origen, y en el exterior actuó solo en Filadelfia (en 1894 como Aida) y una vez en la Ópera Metropolitana de Nueva York ( en 1898 como Santuzza). Sin embargo, como muchos de sus compañeros, dejó muchos registros que, a pesar de lo desconocido de la cantante, son de gran interés.

Desafortunadamente, las voces de muchas sopranos nacidas entre 1860 y 1870, incluso las muy famosas e importantes, estaban muy mal grabadas. La falta de fonogenia de la voz, el sonido «directo», seco, la falta de uniformidad del sonido debido al declive vocal, todo esto se puede escuchar muy a menudo en las grabaciones de las divas de esa generación. En este sentido, Rosalia Chalia es una gran excepción. Hagamos referencia a las grabaciones del cantante realizadas en 1900 para la Zonophone Company, así como a los cilindros Bettini de 1899. Es importante decir de inmediato que al escuchar las grabaciones de Chalia, el sonido de su registro más bajo, que la cantante en la tradición de las sopranos veristas de finales del siglo XIX-principios del XX cantaba con el pecho abierto, «corta» por lo que el sonido perdió una posición alta y no se «fusionó» con el medio del rango … En cuanto al resto, la voz de Chalia en la grabación es increíblemente resonante, cálida, «cercana» en sonido y, lo que es sorprendente, enorme en volumen. En el aria de Amelia de «Ballo in maschera», la cantante adquiere un DO superior increíblemente poderoso y de color de timbre, que es impresionante, más si piensas que la grabación se hizo hace 117 años con un equipo muy imperfecto. Lo mismo, aunque en menor medida, se puede decir sobre el DO superior en el aria del Nilo de Aida.

https://www.youtube.com/watch?v=bFcI8clIBRc&list=PLbmpgcfoEsZ4RAin8BzT_W3uRiBcqlnXh

Pero aún más sorprendentes son las grabaciones de Chalia del repertorio belcantista: dos fragmentos de El barbero de Sevilla de Rossini (el aria de Rosina y Rosina y el dúo de Fígaro con el mítico barítono Alberto de Bassini) y el aria de Semiramis. Chalia muestra una habilidad asombrosa para cantar d’agilità: los pasajes más complejos, la gracia, los trinos y el staccato se ejecutan con una facilidad increíble, nunca «borrosos» o deformados. Allegro del aria de Rosina Chalia canta con variaciones típicas de las sopranos ligeras. ¡Esto lo realiza un cantante con una voz enorme, con la capacidad de cantar poderosas notas altas en forte en partes tan dramáticas como Amelia y Aida! Todo esto sin duda nos «remite» a la gran tradición de «soprano assoluto» de la época romántica belcantiana en la historia de la ópera y hace de Rosalia Kalia una de las cantantes «históricas» más interesantes.

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