LA CONQUISTA DE GRANADA de Emilio Arrieta … Nacionalismo español en estilo de «grand ópera» (artículo y grabación completa de la obra)

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La música del siglo XIX en España -obras de compositores anteriores a Falla, Albéniz y Granados- yace en la oscuridad. Nada de esto se interpretó fuera de España, y gran parte estuvo muy influenciado por la música italiana de la misma época (realmente no suena «español» para la mayoría de los oídos). Así, la mayoría de la gente no habrá oído hablar de Emilio Arrieta; los que las tengan estarán más familiarizados con sus zarzuelas, sofisticadas e indiscutiblemente divertidas. 

Como todas las óperas españolas de la época, fue escrita e interpretada en italiano (como en la grabación integral que se acompaña). España era esencialmente una colonia operística de Italia, y los cantantes españoles ni siquiera estaban capacitados para cantar en su lengua materna.

La conquista de Granada es un drama lírico de Temístocles Solera con música de Emilio Arrieta y dedicado a S.M. la Reina Doña Isabel II. Se ejecutó por primera vez ejecutarse en el Teatro del Real Palacio, en celebridad del cumpleaños de S.M., el día 10 de octubre de 1850.

Esta ópera comienza y termina haciendo a la reina Isabel I de Castilla protagonista de esas escenas liminales. La Reina enuncia un programa político y religioso de unidad, incitando a su desarrollo, al principio de la obra; para proclamar al final, su consecución —la conquista de Granada—, pero también su proyección (programática o “profética”) sobre el futuro —la conquista y cristianización de América—, un porvenir que llega, en parte, hasta el presente del espectador implícito —por la llamada tácita a conservar la religión y la unidad dinástica, en tiempos de liquidación del Antiguo Régimen feudal, nobiliario y teocéntrico, y en una época de continuos brotes violentos del fundamentalismo carlista—.

Isabel I de Castilla es  una imagen ideal, mítica, de la monarca de la época de estreno, Isabel II de Borbón, mecenas de esta ópera y de sus autores e intérpretes, a la vez que destinataria, conmemorada en ella y celebrada por ellos: la Reina cumple 20 años el día del estreno. Este proceso conlleva el oscurecimiento, la elipsis completa del marido de Isabel la Católica, el Rey Fernando de Aragón, de modo semejante a lo que el espectador implícito (construido como reflejo de la corte actual) pretende del marido y primo de Isabel II, Francisco de Asís Borbón.

Al igual que muchas óperas de estilo italiano de mediados de siglo, no se puede decir mucho sobre la trama: un amor frustrado ambientado en el contexto del asedio de Granada durante 1491-1492, cuando Fernando e Isabel estaban reconquistando la última parte de la España musulmana en el nombre del cristianismo. La trama romántica es algo bastante estándar aderezado por un elemento religioso: Christian Gonzalo ama a la princesa musulmana Zulima, pero se ve obligado a batirse en duelo con su hermano Almanzor. El verdadero amor se salva con el tercer acto de conversión de Zulima y su padre al cristianismo.


La música de Arrieta es un sólido ejemplo de la ópera del bel canto tardío; gran parte recuerda la música de Donizetti y los primeros Verdi. Sus coros son la parte más fuerte de la partitura.  La música de Arrieta miente con gracia para la voz humana y les da a los cantantes la oportunidad de superar sus ritmos y mostrar de lo que son capaces. Las piezas solistas de orquesta son bastante fuertes, particularmente la introducción al coro de esclavas musulmanas en el palacio de Zulima y el tercer acto Intermezzo, que utiliza una flauta para representar el amanecer que ayudará a convertir al padre de Zulima.

Esta grabación es de una presentación en vivo del Teatro Real de Madrid en 2006 que fue la primera presentación pública de la ópera en 150 años. El sonido es claro y bien captado por la grabación. Los cantantes son uniformemente fuertes. Sólo la Zulima de Mariola Cantarero suena un poco estresada cuando asciende a su registro más alto. La Isabel de Ana Ibarra es majestuosa, mientras que José Bros proyecta una gracia lírica excesiva como Gonzalo. El Coro Sinfónico de Madrid retoma la escritura coral con entusiasmo, y la dirección de Jesús López Cobo le da al cantante todas las posibilidades de hacer brillar la partitura de Arrieta.

¿Es «La Conquista de Granada» una gran ópera? Si. ¿Es una partitura agradable que vale la pena escuchar? Absolutamente. Así como la mayoría de los fanáticos de la ópera han llegado al punto de vista de que vale la pena escuchar las obras no maestras de Donizetti y Verdi, la ópera de Arrieta tiene mucho que ofrecer al fanático de la ópera del bel canto. Una partitura para disfrutar desde los primeros acordes hasta los últimos, el nacionalismo español en belcanto a pura bravura latina.

Mariola Cantarero (ZULEMA, soprano) Josep Bros (GONZALO, tenor) Ana Ibarra (ISABEL, mezzo) Angel Ódena (LARA, barítono) David Rubiera (BOABDIL, barítono) Alastair Miles (MULEY HASSEM, bajo) David Menéndez (ALAMAR, bajo) María José Suárez (ALMERAYA, soprano) Juan Antonio Sanabria (CENTINELA) Romeu Bibiloni (UN OFICIAL / CENTINELA) Coro y Orquesta Sinfónica de Madrid, Jesús López Cobos (DIRECTOR) Madrid, Teatro Real 9 de julio de 2006

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