Director Corrado Rovaris Regie Stefano Simone Pintor
Escenarios Gregorio Zurla Vestuario Giada Masi
Diseñador de iluminación Fiammetta Baldiserri
Diseñador de video Virginio Levrio Asistente de dirección Veronica Bolognani
Alfredo Antonino Siragusa Amalia Gilda Fiume Eduardo Lodovico Filippo Ravizza Atkins Adolfo Corrado Enrichetta Valeria Girardello
Margherita Floriana Cicìo Ríos Andrés Agudelo
Orquesta Donizetti Ópera – Coro della Radio Ungherese
Director del coro Zoltán Pad
Nueva producción de la Fondazione Teatro Donizetti
La reposición reciente en el ambicioso proyecto #Donizetti200 ha sacado a la luz lo que se supone es la etapa de madurez del compositor en ese momento. Sin embargo, la ópera, aunque aspira a cautivar, sufre de diversas debilidades, especialmente un libreto que agota su potencial en el primer acto y se extiende innecesariamente en los episodios subsiguientes.
La música, fuertemente influenciada por Rossini y, en ocasiones, rozando el límite del plagio, revela destellos de originalidad que podrían insinuar posibles desarrollos futuros. Aunque se aprecian similitudes notables entre el coro pastoral del primer acto y el de «L’elisir amor».
Bajo la batuta de Corrado Rovaris, la Orquesta del Festival Donizetti destaca por su meticulosa atención a los detalles estilísticos, aunque se hacen evidentes ciertas deficiencias, sobre todo en la sincronización entre el foso y el escenario, impactando negativamente en la actuación del coro.
El elenco vocal exhibe un nivel satisfactorio, particularmente Antonino Siragusa en un papel especialmente escrito para Nozzari, mostrando solidez vocal. La soprano Gilda Fiume resplandece como la reina Amalia, demostrando todas las cualidades requeridas para el papel.
No obstante, la dirección escénica a cargo de Stefano Simone Pintor, junto con decorados y vestuario, deja mucho que desear. El espectáculo parece más una forma semiescénica enriquecida que un montaje teatral completo, con proyecciones de imágenes confusas y una amalgama de elementos medievales y contemporáneos que no logran dejar una impresión perdurable.
A pesar del elenco vocal correcto y ciertos «destellos musicales», esta nueva versión no consigue imprimir una marca distintiva, sumiéndose en la penumbra del olvido dentro del panorama operístico contemporáneo.