El último salto de Vaslav Nijinsky: se aprecia en esta fotografía del gran bailarín, tomada en una clínica psiquiátrica, es un símbolo del poder resucitador del arte. Brilló en el escenario durante 10 años, y luego su baile fue interrumpido. Él tenia solamente 29 años. El resto de su vida, se desvaneció en clínicas psiquiátricas. Diagnóstico: esquizofrenia, lo cual lo hundió irremediablemente en el abismo de la locura…
Hubo varios intentos de «revivir su mente». Al principio, Sergei Diaghilev intentó hacer esto, influenciándolo con un baile. En 1928, en París, llevó a Nijinsky a la Ópera para el ballet Petrushka, en el que el bailarín creó una de sus mejores partes. Pero Nijinsky permaneció indiferente. Después de la muerte de Diaghilev, la esposa de Vaclav, Romola, repitió el mismo intento. En junio de 1939, invitó a Serge Lifar a la clínica de Nijinsky para bailar frente a su esposo. Lifar bailó durante varias horas hasta el agotamiento, pero Nijinsky nuevamente permaneció indiferente: se sentó en una silla con las manos en las rodillas.
…Cuando de repente una fuerza misteriosa lo levantó, saltó, se acercó al escenario, despegó y se quedó suspendido en un salto, y luego volvió a perder el conocimiento. El último salto de Nijinsky en su vida.