Macbeth
Inauguración Temporada 2016/2017
Gran Teatro del Liceo (Barcelona-España)
Función del 23 de octubre
DIRECTOR MUSICAL
Giampaolo Maria Bisanti
DIRECTOR DE ESCENA
Christof Loy
ESCENOGRAFÍA
Jonas Dahlberg
VESTUARIO
Ursula Renzenbrink
ILUMINADOR
Brend Purkrabek
COPRODUCCIÓN
Grand Théâtre de Genève
[zt_gallery dir=»criticas/271016″ width=»640″][/zt_gallery]
Reparto
Macbeth Ludovic Tézier
Banquo Vitalij Kowaljow
Lady Macbeth Martina Serafin
Dama Anna Puche
Macduff Teodor Ilincai
Malcolm Albert Casals
Médico David Sánchez
Sirviente, heraldo y sicario Marc Canturri
El Gran Teatro del Liceo inaugura la temporada 2016-2017 con una de las óperas más conocidas y representativas de Verdi, Macbeth , basada en el libro homónimo de Shakespeare (publicado en 1623) a quien el compositor admiraba profundamente. La ópera se estrenó en 1847 en Florencia ,la presente versión corresponde a la revisión de 1865 en la que, entre otros cambios, Verdi incorporó el ballet del tercer acto. Dejo aclarado que se ha sustituido, sin embargo, el final triunfal que le corresponde para hacer recaer el castigo sobre la ambición y la falta de escrúpulos de Macbeth.
El argumento de esta ópera, dividida en cuatro actos, es a grandes rasgos el siguiente. Macbeth es un importante general de Duncan, el rey de Escocia. Un día, mientras se está en el bosque, las brujas le predicen que será nombrado rey. Confiando en el augurio de aquellas que nunca se equivocan, Macbeth y su ambiciosa mujer se anticipan al destino matando a Duncan xulpando a su hijo Malcom por el asesinato. Como consecuencia de este hecho, se ven obligados a continuar asesinando a todos aquellos que amenazan sus objetivos – como el también general del ejército escocés, Banco – hasta llegar al poder. La realidad, sin embargo, les hará ver que este no es el camino que deberían haber elegido. Debido a los remordimientos de conciencia por los terribles crímenes cometidos, Lady Macbeth se vuelve loca y su muerte precipita el desenlace.
Aunque los personajes centrales de la ópera son las brujas, Macbeth y Lady Macbeth, la figura que destaca y evoluciona más es la última . Lady Macbeth pasa de ser la ambiciosa y cruel esposa de un aspirante al trono – a quien empuja a cometer todo tipo de crímenes – a vivir atormentada por el arrepentimiento. Esta transformación se observa no sólo en su tono de voz que, en la segunda parte, se hace más profunda, oscura y dramática sino también en los movimientos erráticos y el vestuario (largo vestido y cabellos blancos).
En esta ópera, la décima, Verdi consigue lo que perseguía desde hacía tiempo: que la voz de los cantantes reflejara la personalidad de los personajes que encarnaban. Verdi pasa, pues, de un tratamiento vocal más estético a otro más psicológico. De esta manera, podemos dividir los intérpretes en dos grupos: los buenos (Duncan, Banco y Macduff) y los malos (Macbeth y Lady Macbeth) que a menudo cantan sottovocce y con tonalidades oscuras, sobre todo Lady Macbeth. Se dice que Verdi rechazó excelentes cantantes para interpretar este papel porque tenían una voz demasiado bonita. A su juicio, la malvada debía tener una voz fea (entendida como rugosa, rota) capaz de expresar una atormentada personalidad.
En el rol de Lady Macbeth la soprano italiana debutante en el rol MARTINA SERAFINA, estuvo en todo momento a pleno en su tessitura amplia, sus arrebatos y lineamientos dieron una interpretacion llena de matices y sonoridades. Una cualidad amarcar es la gran escena del sonambulismo, durante la cual dio unclaro ejemplo de como interpretar de manera magistaral este rol. LUDOVIC TEZIER, en el rol protagonnico de Macbeth, fue un rotundo ejemplo de interpretacion y vocalidad, seguro en todo momento, elegancia en su fraseo con el buen gusto que lo caracterizan. Por cierto, el barítono francés resuelve el aria del cuarto acto en la versión «Pietà rispetto, amore»,(el cual remite al original de Florencia, sin el «Vittoria!» de la versión parisina).
Redondo, compacto, autoritario y exquisito el Banco de VITALIJ KOWALJOW.
Verdi reconoció que el rol de Macduff nunca sería gran cosa, a pesar de la belleza del aria «Ah la paterna mano».En esta funcion dicho rol fue asumido por el tenor TEODOR ILINCAI, el cual estuvo correcto y medido en su intervencion.
Notable fue el trabajo realizado por el CORO ESTABLE DEL LICEU, dirigido por CONCHITA GARCIA, el cual paso a ser un personaje mas de la obra.El mencionado creo momntos que emocionaron al público como el final del I Acto en que Macduff descubre el asesinato de Duncan y lo comunica a los habitantes del castillo o el inicio del IV Acto en el que un grupo de exiliados lamentan su suerte con «Patria opresivo». Este tipo de oda entronca con el sentimiento nacionalista de la primera etapa de Verdi con el «Risorgimento» (proceso de unificación del territorio italiano). En este caso en Macbeth, el elemento patriótico queda relegado a un segundo plano para dar paso a una trama más psicológica.
La direccion orquestal fue totalmente concreta, sin tempos fortissimos en expresividad , fue de amlia efectividad, limpia y ajustada, el Mtro. GIAMPAOLO MARIA BISANTI, fue uno de lo factotums de esta memorable noche verdiana.
La dirección escénica del aclamado CHRISTOF LOY, la escenografia monumental de JONAS DAHLBERG y el vestuario de URSULA RENZENBRINK fue totalmente avasallante. Loy plantea la ópera verdiana desde la atmósfera opresiva, en una mansión que podría ser la Manderley de la novela Rebeca de Daphne du Maurier, aunque la localización exacta es lo de menos. Mucho psicoanálisis y notas salpimentadas del elegante terror propio de una novela de Henry James hacen el resto en un espectáculo resuelto plásticamente en blanco y negro, que mima a los cantantes-actores, sin nunca llegar a la vulgaridad o al bestialismo escenico de hacer brotar sangre por donde se pueda.
Así como la obra de Shakespeare, el Macbeth de Verdi habla de la naturaleza humana: la crueldad, la codicia, la ambición y las ansias de poder. Plantea que es capaz de hacer el hombre para conseguir lo que quiere y también de la lucha interna con una conciencia que rechaza los crímenes cometidos. Todas estas cuestiones rodeadas de una majestuosa y sobredimensionada escenografía en blanco y negro que, por contraste, evidencia la pequeñez del ser humano y la oscuridad del alma de los Macbeth.