Teatro Colón
( 6 de Julio 2016)
DIRECTOR
Daniel Barenboim
TENOR
Jonas Kaufmann
Orquesta West-Eastern Divan
RICHARD WAGNER
PRELUDIO AL ACTO III DE “LOS MAESTROS CANTORES DE NÚREMBERG”
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GUSTAV MAHLER
LIEDER EINES FAHRENDEN GESELLEN (CANCIONES DE UN COMPAÑERO DE VIAJE)
1. WENN MEIN SCHATZ HOCHZEIT MACHT
(CUANDO MI AMADA TENGA SU DÍA DE BODAS)
2. GING HEUT MORGEN ÜBERS FELD
(FUI ESTA MAÑANA AL CAMPO)
3. ICH HAB’ EIN GLÜHEND MESSER
(TENGO UN CUCHILLO BRILLANTE )
4. DIE ZWEI BLAUEN AUGEN VON MEINEM SCHATZ
(LOS DOS OJOS AZULES DE MI AMADA)
WOLFGANG AMADEUS MOZART
SINFONÍA N0 41 EN DO MAYOR, K.551 “JÚPITER
Foto agradecimiento a Arnaldo Colombaroli (se aclara que es la de acercamiento)
Una muestra inapelable de la situación actual del canto lírico es el fenómeno de Jonas Kaufmann. Presente en las portadas de todas las revistas musicales, publicitado hasta el exceso, presente cotidianamente cada vez que afronta un nuevo rol, alabado tanto por su físico como por su voz, es sin lugar a dudas, el tenor del momento, el cantante de moda. Y, sin embargo, hace medio siglo hubiese pasado desapercibido, hubiese sido calificado de cantante sólo pasable como aceptable para escenarios de segunda o para papeles secundarios y las críticas hubiesen sido menos halagüeñas que las que hoy se leen.
Ante el vacío de voces tenoriles, su timbre oscuro, viril, que nos recuerda al registro de barítono nos da un Kaufmann, con fraseo incisivo con gran musicalidad indudable, lo cual lo han lanzado al estrellato mundial de una manera que no siempre se corresponde con lo que se puede percibir en el directo.
En su debut en nuestro Primer coliseo mostro en su interpretación del ciclo “Canciones del caminante” de Gustav Mahler “, un centro de voz de belleza arrebatadora, pasional sin ser exultante, sin proyección para la presente sala, una voz chica la cual costaba apreciarse en volumen, a lo cual uno se pregunta si es voz para esta Sala.
Ya en su primera canción de Mahler y sirva a modo de ejemplo, se pudo comprobar que al acercarse a la zona de paso de nota ,su voz se estrangula, se engola, queda sin cubrir y desde allí hacia arriba se achica, se blanquea, pierde vibración y suena plana. Asimismo,los ataques en pianissimos sobre la zona aguda suenan siempre blandos y afalsetados, sin que se pueda decir que exista su media voz. Los afalsetamientos aparecen por doquier, la voz resulto entubada, alojada en la nariz,y en fortes no mejora mucho las cosas, aparte de ciertas sospechosas notas caladas.
Alguno me puede argumentar que el público presente aplaudió con ganas. No es buen argumento por cuanto a ese tipo de conciertos suelen asistir sus seguidores más acérrimos. Y es en las crónicas de los espectadores neutrales donde encontramos la realidad.
Todo esto, y como definición Kaufmann es un producto de Marketing, posee un repertorio amplísimo que, al escuchar en vivo en reiteradas oportunidades, da la pauta del exceso.
La Orquesta West-Eastern Divan bajo la dirección de Daniel Barenboim estuvo como siempre contenida, rigurosa en las interpretaciones de Wgner y Mozart, su estilo en batuta posee esa ampulosidad de tempos emulando a Von Karajan, pero en esta función dio calidad por su interpretación.
En resumen, sé que no gustara mi opinión en referencia al Sr. Jonas Kaufmann, pero deslucida en este primer recital en el Colon. Aclaro, que he tenido la suerte de verlo varias veces en vivo realizando el personaje de Sigmund de Walkiria, como el Manrico en Il Trovatore y Andrea Chenier Espero su regreso para así comprender más su voz y en lo posible el tener también la posibilidad de poder apreciar la voz de Piotr Beczala su alter ego escénico en tenor actual, el cual no con tanto marketing desarrolla una carrera fulgurante con un repertorio medido para su condición vocal.