La pasión griega. Ópera en cuatro actos, (segunda versión, en inglés, estrenada en 1961), de Bohuslav Martinů. Libreto del compositor, basado en la novela Cristo de nuevo crucificado, de Nikos Kazantzakis.
Reparto: Gábor Bretz (párroco), Sebastian Kohlhepp (Manolios), Sara Jakubiak (Katerina), Charles Workman (Yannakos), Christina Gansch (Lenio), Matteo Ivan Rašić (Andonis), Matthäus Schmidlechner (Michelis), Alejandro Baliñas (Kostandis), Julian Hubbard (Panais), Aljoscha Lennert (Nikolio), Łukasz Goliński, Helena Rasker Eine alte Frau (Padre Fotis), Luke Stoker (Patriarcheas), Robert Dölle (Ladas), Scott Wilde (Un viejo), Teona Todua (Despinio). Dirección de escena: Simon Stone. Escenografía: Lizzie Clachan. Vestuario: Mel Page. Iluminación: Nick Schlieper. Dramaturgia: Christian Arseni. Konzertvereinigung Wiener Staatsopernchor. Coro infantil del Festival y Teatro de Salzburgo. Orquesta Filarmónica de Viena. Dirección musical: Maxime Pascal. Lugar: Salzburgo, Felsenreitschule. 22/08/2023
La producción titulada «The Greek Passion» presentada en el marco del prestigioso Festival de Salzburgo es un ejemplo de audaz experimentación escénica que trata de fusionar los elementos de la ópera y el oratorio. Aunque no logra una convicción total en su papel como ópera debido a la ocasional paralización del pulso dramático por elementos de oratorio, no se puede negar la valentía de esta propuesta híbrida. Desde obras haendelianas como «Saúl» y «Teodora» hasta composiciones como «Juana de Arco en la hoguera» y «El rey David» de Honegger, han existido precedentes de este tipo de experimentación.
La dirección escénica de Simon Stone, ejecutada en el amplio escenario de la Felsenreitschule, es un ejemplo de minimalismo que logra impactar profundamente. Un fondo abstracto en tonos grises actúa como telón de fondo para las masas corales, cuidadosamente vestidas con tonos similares. Esta elección visual contrasta efectivamente con la comunidad de refugiados, representada en una marea de color y caos, sus pertenencias en mano, evocando la realidad contemporánea de la crisis de refugiados en Europa.
La adaptación contemporánea del conflicto central, que enfrenta la xenofobia y el desplazamiento, es un recordatorio impactante de los problemas actuales. Stone logra capturar el «milagro» de empatía gradual en la trama a medida que los personajes se alejan de su rechazo inicial hacia los refugiados. Este cambio es simbolizado visualmente por el cambio de atuendos de gris a colores vivos.
El reparto está repleto de talento vocal. Sebastian Kohlhepp interpreta a Manolios con una voz cálida y apasionada, mientras que Sara Jakubiak como Katerina brilla con su lirismo seguro. Gábor Bretz como el papa Giorgios y Łukasz Goliński como Fotis proporcionan interpretaciones vocales convincentes y llenas de convicción.
El director musical Maxime Pascal lidera la Filarmónica de Viena con maestría, realzando la riqueza de la partitura y logrando una coordinación impecable con los coros.
En términos escénicos, Stone demuestra su dominio al jugar con cambios de luces y elementos visuales sorprendentes. Un momento particularmente impactante es el sueño erótico-religioso de Manolios, en el que un Cristo azul inflable emerge en una imagen sorprendente. La escena final, con comparsas pintando el mensaje «¡Fuera refugiados!» en un orden aparentemente caótico pero sincronizado, culmina en un golpe emocional poderoso.
En resumen, la producción «The Greek Passion» se alza como un testimonio vívido de cómo el arte puede reflejar y comentar los desafíos sociales contemporáneos. Aunque algunos aspectos puedan no haber alcanzado plenamente sus objetivos, la creatividad de la dirección escénica y el compromiso del elenco y equipo técnico merecen reconocimiento por su valiente y resonante interpretación de una obra clásica en el contexto del mundo actual.