En «La Fuerza del Cariño», el escenario se convierte en un torbellino de emociones, transportando al público a un viaje cautivador que abraza el corazón , despertando risas y lágrimas en igual medida. Bajo la hábil dirección de Corina Fiorillo, este espectáculo se erige como una reinvención magistral del icónico filme de James L. Brooks, creando una experiencia teatral tan vibrante como conmovedora.
La maestría narrativa se despliega en los dos primeros tercios, donde Fiorillo imprime un ritmo vibrante de comedia ágil. La interpretación brillante de Soledad Silveyra y Julieta Ortega da vida a la conmovedora relación madre/hija en el escenario, utilizando de manera ingeniosa las llamadas telefónicas como medio de comunicación. Esto resalta la urgencia de recuperar el contacto físico en una era dominada por la virtualidad.
En el último tercio, la trama revela su auténtica profundidad, desatando el drama y la conmovedora fuerza del cariño. Como en la vida real, la obra se transforma en una impactante tragicomedia que deja al público reflexionando sobre la intrincada red de relaciones familiares.
Soledad Silveyra, encarnando a Aurora con una entrega emocional que rivaliza con sus trabajos anteriores, se complementa perfectamente con la naturalidad que Julieta Ortega aporta al personaje de Emma. Osvaldo Laport, en el papel de Werner, brinda momentos de humor excepcionales, especialmente en la primera parte, construyendo una química actoral destacable con Silveyra.
El elenco se enriquece con las actuaciones de Damian Iglesias como «Bobby», el esposo de Emma, quien explora los diversos matices de una relación, desde el enamoramiento apasionado hasta la dolorosa ruptura y la resignación. Dolores Ocampo, como «la amiga», aporta jovialidad a una historia marcada por la soledad.
Vale la pena resaltar el innovador concepto escénico desarrollado por René Diviu. El recordado creador sumerge al espectador en la trama de manera tan intensa que parece estar inmerso en una película. Además, la emotiva música compuesta por Ángel Mahler añade una capa adicional de inmersión a esta impactante representación teatral.
En resumen, «La Fuerza del Cariño» no es simplemente un espectáculo, sino una experiencia teatral intensa que toca la fibra más sensible de cada espectador.