Festival de Salzburgo, Falstaff, comedia lírica en tres actos (1893). Música de Giuseppe Verdi. Libreto de Arrigo Boito basado en la comedia Las alegres comadres de Windsor y extractos del drama histórico de El rey Enrique IV de William Shakespeare. Nueva producción.
Ingo Metzmacher, director musical. Christoph Marthaler, Director de escena. Anna Viebrock, escenógrafa. Joachim Rathke, ayudante de dirección. Lasha Iashvili, diseñadora de vestuario. Sebastian Alphons, diseñador de iluminación. Malte Ubenauf, dramaturgia.
Elenco: Gerald Finley (Sir John Falstaff), Simon Keenlyside (Ford),Bogdan Volkov (Fenton), Thomas Ebenstein (Dr. Cajus), Michael Colvin (Bardolfo), Jens Larsen (Pistola), Elena Stikhina (Sra. Alice Ford), Giulia Semenzato (Nannetta), Tanja Ariane Baumgartner (Sra. Quickly), Cecilia Molinari (Sra. Meg Page), Marc Bodnar (Orson W.), Liliana Benini (Robinia), Joaquin Abella (Primer ayudante de dirección).
Orquesta Filarmónica de Viena. Konzertvereinigung Wiener Staatsopernchor.
Huw Rhys James, director del coro.
La presentación de «Falstaff» de Giuseppe Verdi en el Festival de Salzburgo 2023 bajo la dirección de Christoph Marthaler ha generado expectativas y anticipación, especialmente con la mención de la colaboración imaginaria con el director Orson Welles. Sin embargo, la ejecución de esta visión se desvanece rápidamente, tanto en términos conceptuales como musicales, dejando a los espectadores con una experiencia mixta.
En lo que respeta a la dirección musical de Ingo Metzmacher, la noche es una montaña rusa de emociones. A pesar de algunas ligeras incertidumbres, logra captar la atención del público al final del segundo acto. Un momento especialmente intrigante se da cuando Orson Welles parece atravesar la cuarta pared, simbolizando una revelación de su propia incredulidad al descubrir la existencia del mundo más allá del escenario y el público en la oscuridad. Este caos representativo en el escenario, que engloba desde peleas cómicas hasta una búsqueda apasionada, sin duda destaca como uno de los puntos culminantes de la velada.
A pesar de estos momentos resonantes, la ausencia de verdadera comedia es un desafío que obstaculiza la producción. El tema de un genio artístico y un incompetente filántropo que intenta ganarse los corazones y las carteras de damas adineradas, tomando forma en «Falstaff», no alcanza su potencial humorístico. La idea de una «Falstaff» para un público avanzado, como propone el director Marthaler, puede ser intrigante en teoría, pero en la práctica, se pierde la conexión con los personajes debido a la falta de claridad en sus motivaciones y sentimientos.
La colaboración ficticia con Orson Welles y su participación en la producción como intérprete de Falstaff ofrece un enfoque intrigante, pero la implementación parece no estar a la altura de su potencial. La idea de un set de filmación como parte de la ópera podría haber sido innovadora, sin embargo, se siente más como una excusa para la presentación visual y escénica en lugar de una estrategia bien pensada y coherente. Los detalles como ofrecer whisky a Welles y su consumo de pastillas no aportan significado real ni avance en la trama.
En términos de interpretación musical, el elenco presenta altibajos. La interpretación cautelosa de Falstaff por parte de Gerald Finley, tuvo dificultades en su proyección vocal (se aclara que fue avisado por prensa que él presente se encontraba con faringitis) como en su poder de representación. Simon Keenlyside, como Ford, lucha por encontrar su voz en una interpretación que podría haber sido más convincente. Aunque destaca Bogdan Volkov como Fenton y Giulia Semenzato como Nannetta, cuyas habilidades vocales impresionantes añaden un toque de frescura a la velada.
En resumen, la producción de «Falstaff» en el Festival de Salzburgo 2023, dirigida por Christoph Marthaler, tiene momentos brillantes, pero en su conjunto, carece de la cohesión necesaria para realizar el potencial cómico y emocional de la ópera de Verdi. Aunque las ideas originales y la colaboración imaginaria con Orson Welles generan interés, la ejecución se queda corta en brindar una experiencia verdaderamente impactante y memorable.