Cuando iba a la escuela me encantaba leer las biografías, las vidas célebres regadas por actos, hazañas, hechos que me fascinaban.
Puesto que si hay algo que la vida nos da es la oportunidad de dejar en mayor o menor manera un legado a futuras generaciones.
Pues por ello inmensa satisfacción me da el escribir unas palabras sobre el nombramiento de parte de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires al Dr. Alejandro Cordero como «Ciudadano Ilustre» , una distinción para uno de los pocos Mecenas que quedan en nuestra Patria, en su caso en el área de su gran placer que es la música, en donde año a año por ejemplo salen de su Concurso de Canto nuevas voces líricas destacadas que luego tienen la oportunidad de realizar su presentación en la Americas Society como en la Manhattan School de NY., asimismo ser de los factótum de los reconocidas ciclos organizado por la Fundación del Teatro Colón “Conciertos en las Embajadas”.
Como profesional cosecha logros y premios, reconocido por sus colegas como referente en su área de especialización en la Medicina. En verdad un Svengali de las Ciencias y de las Artes.
En su vida sabe ser el centro familiar, en donde siempre rodeado por sus hermanas y hermanos se lo ve en cuanto evento social como cultural haya apoyando siempre a las nuevas asociaciones, como a los nuevos artistas. Una personalidad que sabiendo el lugar que ocupa en la cultura continúa en su bonhomía siendo el humilde del paso, ese «gentleman» que relaciona el ejemplo profesional con la bella música y el buen gusto.
El formalismo de estas palabras, se resuelve en las clásicas que un amigo dice a otro, FELICITACIONES ALEJANDRO, FELICITACIONES AMIGO…