Orquesta estable del teatro Colón
Concierto 04
Director musical: Javier Logioia Orbe
Violín: Oleg Pishenin
Programa
Ludwig van Beethoven
(1770-1827)
Concierto para violín y orquesta
En Re mayor, op 61
Sinfonía Nro 4 en sib mayor. Op 60
La tarde tormentosa en Buenos Aires invitaba a una maratón de series y un café caliente, pero la frase emocionada de una pareja que estaban sentados en la fila de atrás: Volvimos! …me llevo a pensar cuánto valoramos estos momentos de placer sutil y espiritual en compañía de la música, en vivo.
El Teatro Colón calienta motores, o pone en movimiento la gran maquinaria con una serie de conciertos, algunos de repertorio y algunas obras más osadas.
En esta ocasión disfrutamos de Beethoven, y, si bien no era un concierto arriesgado, el autor tiene sus complejidades a la hora de ensamblar sus partes, su arquitectura musical.
Las orquestas hoy en día tienen unos pianos exasperantes. ¿La acústica del teatro ayuda, pero tan piano? Será que yo soy muy a la italiana, me gusta el sonido, ese que te atraviesa, que hace vibrar cada fibra del cuerpo. El maestro Logioia Lorbe opto por estas diferencias de matices, tal vez más preocupado porque los vientos no tomaran un tempo más lento en cada una de las entradas. Es más creo que en un momento, subió los brazos cansado y gesticulo: bueno muchachos, hagan lo que quieran….
Es que tal vez estamos fríos tantos meses sin presencialidad? Las orquestas tienen mecánicas de grupos fascinantes, como cualquier grupo humano. Los violines prolijos, puntuales; violas y cellos correctos, no se meten con nadie; y los vientos….los vientos….ellos les gusta ser la parte combativa de la orquesta….Bue, ideas mías (guiño, guiño).
Oleg Pishenin fue un solista correcto. El repertorio le era muy natural, tocó cómodo, conectado a la orquesta y al director. Seguro, con buenas cadencias y generoso, se sentó a tocar como primer violín en la sinfonía, le sobra oficio y arte.
¡Volvimos! Volvió el placer de la música en vivo. Porque a pesar de los pequeños detalles, disfrutar de la orquesta y de las obras en programa es una bendición después de tanto tiempo.