DON QUIJOTE
MÚSICA DE MINKUS Y COREOGRAFÍA DE PETIPÁ
REPOSICIÓN COREOGRÁFICA Y ADAPTACIÓN: VICTOR FILIMONOV
COLISEO PODESTÁ, LA PLATA
Función 1 de marzo
Don Quijote: Dario Lesnik
Sancho Panza: Juan Manuel Ortiz
Kitri: Julieta Paul
Basilio: Bautista Parada
Elenco del Ballet Estable del Teatro Argentino
DIRECTOR DEL BALLET: Victor Filimonov
DISEÑO ESCENOGRÁFICO: Augusto Gonzales Ara
DISEÑO DE VESTUARIO: Eduardo Caldirola
DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Esteban Ivanec
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La sala estaba colmada. No sólo los habituales pequeños futuros bailarinas y bailarines que dan su nota de color a la platea sino también por el sentido homenaje a los artistas de todas las épocas que se acercaron a esta función homenajeando al ballet del Teatro en su 70 aniversario.
Podría decirse que el Maestro Filimonov realizó varios milagros en la calurosa noche platense. El primero lograr que este ballet, pensado para grandes escenarios, cupiera en el bello pero notoriamente más pequeño Teatro Coliseo Podestá. Bailar en el Coliseo no es fácil, tiene un gran declive que complica a los bailarines y ahí el segundo milagro: tapete mediante se pudieron lucir, gracias al esfuerzo de los artistas que sean cuales fueran las circunstancias se suben al escenario felices y agradecidos. Se podía ver a las bailarinas durante la semana recorriendo las calles de la ciudad con los tutus de ensayo a cuestas. Porque si hay algo que como espectador observamos siempre en las producciones del Teatro Argentino es este pendular entre los que dan todo por el arte y los que les cuesta sentir “cierta empatía”. Detalles no tan mínimos a veces: sufrir porque el lugar no es espacioso, los camarines tampoco y, del otro lado del péndulo, no tomarse la molestia de masterizar y lograr que sonido se reproduzca correctamente. En el tercer acto, puntualmente parecía que escuchábamos un disco de pasta.
Luego, siempre en el límite, el Teatro es sustentado con el gran esfuerzo de artistas que dan todo, casi vocacionalmente.
La reposición coreográfica del Maestro Filimonov es una de las más frescas que se pueden ver tiene una rúbrica muy personal. El escueto telón de fondo y un vestuario con toda la impronta española ayudó a entrar en el clima festivo de la obra. Llena de detalles, se aleja del acartonamiento del ballet para transformarse en un divertimento. No importa cuántas veces vayamos, siempre hay algún gag divertido que no habíamos visto, algún detalle actoral que sorprende al público.
Los personajes principales en la función del jueves fueron correctos a pesar de las dificultades. La experiencia de Julieta Paul y Bautista Parada ayudó a dar credibilidad y nivel a toda la performance. Se destacaron también las amigas de Kitri: Romina Panelo y Melisa Heredia, dulces y muy coordinadas levantaron el nivel técnico del ballet. El trío de borrachines piratas con aires de Jack Sparrow: Emanuel Gomez, Valentin Fernandez y Leandro Ferreyra Tomas se llevaron todos los aplusos. La Gitana que encarnó Aldana Bidegaray fue también de las mejores cosas de la velada, a nivel técnico e histriónico.
El cuadro blanco es tal vez el que más sufrió con el cambio de escenario. No se notaban cómodas las bailarinas, pero lejos es el más querido por la platea femenina, el que más disfrutamos.
Es pues “Don Quijote”, junto a un puñado de obras inspiradas, una pieza que sirve para: acercarse al ballet y al teatro por primera vez. Une la literatura con una partitura orquestal maravillosa y que no importa cuántas veces la presenciemos, siempre nos deja con ganas de seguir viendo teatro.
Tal vez no haya conseguido entradas, el mismo día que salieron para entregarse (gratis*, dos por persona) se acabaron. Pero a no desesperar y a estar atento a la agenda del teatro. Seguramente tendremos alguna otra función.
Laura Ferrarini
*Gratis, si bien es una función sin orquesta, creo que dadas las actuales circunstancias de la “cultura”, todos podríamos colaborar con una entrada popular. Creo personalmente que se valora mucho más el trabajo de los artistas. De cualquier modo todos lo pagamos, asistan o no.