A Salvador Dalí se le recuerda habitualmente por los «relojes blandos», el «jirafa en llamas» y sus icónicos bigotes, pero en algún lugar entre sus lienzos y performances creó otro universo: el joyero. En las décadas de 1940-1970, Dalí diseñó docenas de joyas en las que el oro, los rubíes y los diamantes dejan de ser repentinamente «materiales preciosos» y comienzan a comportarse como personajes de un sueño. Sus broches, anillos y colgantes no adornan: cuentan historias.

Casi cada una de sus joyas está construida como una imagen codificada. El broche «Ojo del tiempo» une un ojo con un mecanismo de reloj: aquí el tiempo no solo avanza, sino que mira. Los «Labios de rubí» con dientes de perlas transforman una metáfora poética en un objeto de deseo abiertamente corporal, casi insolente. Y el «Corazón real» —una de sus obras más famosas— está equipado con un mecanismo oculto y late de verdad, recordándonos simultáneamente el amor, el poder y la vulnerabilidad de la vida.



Dalí trasladaba conscientemente al arte joyero sus temas principales: la transformación, la ambigüedad, la frontera difusa entre el sueño y la realidad. Elegía las piedras no solo por su valor, sino por su significado: el color, el brillo y la forma funcionaban como palabras en una frase. Como resultado, las joyas se convertían en relatos surrealistas en miniatura, que se podían sujetar a un vestido o colgar al cuello, como si uno se llevara consigo un pedacito de sueño.


Hoy en día, estas obras se consideran una parte independiente y extremadamente importante del legado de Dalí. Los historiadores del arte señalan que Dalí amplió radicalmente la idea de lo que pueden ser las joyas. En su caso, dejaron de ser simplemente un símbolo de estatus y se convirtieron en una forma de declarar sin palabras los miedos, deseos y creencias de uno.
Las joyas de Dalí son raras, casi museísticas, pero su influencia se siente hasta hoy. Cada vez que un broche o un anillo cuenta primero una historia y luego brilla, en ese gesto se oye la voz tranquila e irónica de Dalí
