ROMEO Y JULIETA, MÍTICA VERSIÓN DE SIR KENNET MACMILLAN, CON EMOTIVAS ETOILES (Teatro Colón)

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Romeo y Julieta

Ballet en tres actos , basado en la obra homónima de William Shakespeare

Música : Sergei Prokoviev

Coreografía: Sir Kenneth Macmillan
Reposición Coreográfica: Susan Jones, Clinton Luckett

DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA y VESTUARIO
Nicholas Georgiadis

DISEÑO DE LUCES
John Read

Cuerpo de baile del Ballet Estable del Teatro Colón

Directora: Paloma Herrera

Orquesta Estable del Teatro Colón

Dtor: Mº Arturo Diemecke

Elenco:

Lauren Cuthbertson, Iñaki Urlezaga, Nahuel Prozzi, Facundo Luqui, Gerardo Wyss

Camila Bocca, Georgina Giovannoni, Ayelén Sanchez, Norma Molina,

Natalia Saraceno, Igor Gopkalo, Claudia Pereyra

Fotos gentileza de Maximo Parpagnoli

La música más famosa en «Romeo y Julieta» de Prokofiev no va para los amantes del título. Es una danza del patriarcado, a menudo llamada la «Danza de los Caballeros», a la mitad del Acto I. El ballet suele ser un arte en el que los hombres permiten caballerescamente a las mujeres brillar; no así en la Verona concebida por Shakespeare y reimaginada para el ballet por Prokoviev. Los hombres de la familia de Julieta, los Capuletos, demuestran su autoridad, marchando majestuosamente en esplendor.

La versión que acaba de presentar el Teatro Colón es la perteneciente a Sir Kenneth MacMillan (1965) – reposición de Susan Jones/ Clinton Luckett – donde se enfatiza el elemento patriarcal. Después de un cambio de escena, la luz repentinamente inunda el magnífico salón de baile, con sus balcones y tres grandes escaleras. Los ricos colores de los trajes de Nicholas Georgiadis, similares a los de la pintura renacentista veneciana, causan sensación antes de que alguien se mueva. Luego los hombres avanzan en columnas lentas y pesadas. Tras lo cual las mujeres Capuleto l también en columnas, avanzan decorosas como estoicamente serviles.

Romeo y Julieta aún no se conocen, eso llegará dentro de unos minutos, en este baile. Pero MacMillan deja en claro a qué se enfrentarán. El ingreso de Julieta – la etoile inglesa Lauren Cuthbertson – al salón de de baile es perfecta, por la escalera central con su estupendo vestido blanco, provoca un verdadero anticlímax, en un arrebato ella corre hacia atrás, desconsolada, hacia su nodriza. Ningún coreógrafo antes de MacMillan hubiera programado esta entrada de bailarina para que no tenga ningún efecto. Y esto nos prepara para el drama que sigue: se espera que Julieta conozca su lugar y no tome iniciativas propias. Su padre la presentará a Paris, al cual tratará de evadir, hasta que al final tomará su mano mientras los bronces vuelven a esa lenta marcha, en donde los Capuletos completaran el baile patriarcal

Julieta se convierte en rebelde cuando descubre el amor, lo cual nos recuerda a West Side Story (1957). El pas de deux del balcón que fue una avalancha sensual que contradijoa todo el comportamiento cortés que había existido antes. El temperamento de Julieta se convirtió en el motor que alimentó el drama, sobre todo en el Acto III, en el que rara vez deja el escenario. Pero claro, MacMillan coloca el rol de Romeo – en esta función el célebre bailarín argentino IÑAKI URLEZAGA- como reticente e incómodo al principio, para luego arrebatarse por su amor a Julieta, Romeo se convierte en un hombre diferente.

La pareja protagónica tuvieron una impronta fuerte a través de la prima ballerina con una personalidad apasionada, Urlezaga fue exuberante como vagabundo, con gran encanto y pasión por la belleza, sus saltos fueron desafiantes, su escena final donde Rome intenta devolverle la vida a Julieta recreando su danza juntos mientras ella se encuentra en un sueño profundo, es simplemente un acompañamiento inerte y sin vida de su fuerza vital. Emanuel Abruzzo presentó una actuación atrapante como Mercucio, asimismo fueron notables los trabajos de Nahuel Prozzi (Teobaldo) , Alejo Cano Maldonado (Paris) y Facundo Luqui (Benvolio).

El cuerpo de baile tuvo musicalidad, como técnica de gran precisión, lo cual sigue siendo un camino de logro desde la nueva dirección del mismo que lleva a cabo Paloma Herrera. En el podio el Mtro Diemecke fue un hábil creador de climas, con la percusión a tono que dio profundidad a las escenas.

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