El 1º de noviembre de 1986 los amantes y aficionados al Arte y la Arquitectura vimos la inauguración de uno de los museos parisinos ahora más emblemáticos de Francia, el Museo D’Orsay. ¿Y cuál era su característica, y en aquel momento la “novedad”? En que estaba emplazado en una abandonada estación de ferrocarril de principios del siglo XX, con un proceso de restauración y reciclado llevado adelante por la arquitecta Gae Aulenti. Tiempos de postmodernidad en la Arquitectura…, que entre otras posibilidades ponía en valor pero transformaba edificaciones antiguas adaptándolas a nuevas funciones, en algunos casos muy distintas de las originales de la construcción antigua. D’Orsay fue “la primera gran obra” que cumplió con este cometido, reconsiderando también los clásicos conceptos museísticos.
Han pasado las décadas, muchos y muy variados proyectos de ese tipo se llevaron a cabo en distintas ciudades…. Pero hoy, en la actualidad, nos centramos (y celebramos) una obra de gran envergadura y excelente resultado, en la República Oriental del URUGUAY, en una de sus ciudades más famosas internacionalmente (entre otras razones porque su casco histórico fue declarado hace ya varios años “Patrimonio de la Humanidad” por la Unesco), la exquisita COLONIA del SACRAMENTO, a 177km. de la capital del país, Montevideo…, fundada por Manuel Lobo en 1680, sobre el Río de la Plata, y a sólo 50km. de Buenos Aires, en la orilla opuesta. ¿Y cuál es el hecho que nos ocupa? La restauración y reciclado, con conceptos modernos de multifuncionalidad, de la PLAZA DE TOROS del Complejo del Real San Carlos.
¿Plaza de Toros en estas tierras? Sí. Emplazada como un elemento más de un “complejo turístico” llevado a cabo a inicios del siglo XX por el empresario Nicolás Mihanovich, y que “complementó” el edificio del Casino (objetivo central de su emprendimiento) con un muelle (al que llegaban sus propios barcos con pasajeros desde Buenos Aires), tren de trocha angosta, hotel, usina eléctrica propia, frontón para pelota vasca (con capacidad para 3 mil personas y que fue el más grande de América). Además de la mencionada Plaza de Toros, con capacidad para entre 8 y 10 mil personas.
Esa Plaza de Toros (que luego quedaría abandonada durante décadas) es de estilo Neomudéjar, siguiendo el modelo de las tradicionales plazas de toros españolas, y fue construida en sólo ocho meses según el proyecto del arquitecto croata Josip Marcovic y del ingeniero Dupuy, empleando hierro traído de Gran Bretaña , y ladrillos y mosaicos suministrados por la fábrica La Arenisca. Ocupa 100m. de diámetro, con un ruedo central o “tendido” de 50m. de diámetro. Se inauguró con una primera corrida el de enero de 1910 con la presencia de 8 mil personas. Pero su destino como centro de corridas de toros fue efímero, pues en el año 1912 se prohibieron las corridas por parte del presidente José Battle y Ordóñez.
Pasaron los años y el Complejo entró en decadencia hasta que dejó de funcionar como tal. Algunas construcciones continuaron funcionando, por ejemplo el Frontón; el hotel alberga una institución educativa… Pero la Plaza de Toros quedó en el abandono.
Sin embargo, desde hace unos años, hubo una toma de conciencia y fueron constantes los reclamos para la restauración de esa Plaza Taurina, reclamos que afortunadamente resultaron exitosos. De 2004 2013 se realizaron estudios de factibilidad para la restauración; y las obras comenzaron hacia fines de 2019 cuando se adjudicó el proyecto de restauración a la empresa que lo llevaría adelante bajo la dirección del arquitecto Walter de Benedetti, especialista en construcción y restauración de plazas de toros en España. Duró pues menos de dos años. Y ahora… vemos todo el esplendor de esa obra.
La actual PLAZA DE TOROS funcionará como centro de espectáculos musicales, teatrales, artísticos; y cuenta con un Museo (historia del recinto y la tauromaquia), una Sala de Convenciones y un restaurante (además de espacios específicos sin acceso del público). En cuanto al “tendido” (ya dijimos, de 50m. de diámetro), allí se instalarán los escenarios y equipos necesarios para los espectáculos, con un aforo para 4 mil personas.
Cabe aclarar que se “recicló” la tercera parte del edificio; el resto quedó como “RUINAS CONSOLIDADAS”, a la vista del público. Se mantuvieron pues todas las características inaugurales, un recinto de 100 metros de diámetro, 22 metros de altura y 295 metros de circunferencia. Fue reinaugurado el 9 de diciembre de 2021, 111 años después de su primera apertura. Nuevos destinos para la Plaza de Toros. Reapertura con tres días de fiesta y espectáculos para celebrar este gran esfuerzo, compartida por autoridades y público en general, que enorgullece a los colonienses y a Uruguay.
Hay pues que visitarla, tanto de día como de noche (para apreciar la magnífica iluminación nocturna). Tener el placer de revivir la historia del Real de San Carlos y su PLAZA DE TOROS en todo su esplendor; admirar las obras de reciclado y disfrutar de los espectáculos que de ahora en más allí podrán apreciarse en ese entorno monumental.
Otro hito, otra joya, propia de la maravillosa, mágica ciudad de COLONIA DEL SACRAMENTO, URUGUAY.