ÓPERA: «RUSALKA» de DVORAK , DOS ELENCOS en donde VOCES ARGENTINAS como DANIELA TABERNIG, ELISABETH CANIS, MARIA LUJÁN MIRABELLI Y MARINA SILVA LUCIERON A PLENO

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Rusalka Antonin Dvorák

Teatro Colón

Función de Gran Abono y Función extraordinaria*

Elenco:

Rusalka: Ana María Martínez – Daniela Tabernig*

El Principe: Dmitry Golovnin – Fernando Chalabe*

Vodnik: Ante Jerkunica – Mariano Gladic*

Jezibaba: Elisabeth Canis – Maria Luján Mirabelli

Princesa Extranjera: Marina Silva – Sabrina Cirera*

Guardabosques: Sebastián Sorarrain – Norberto Marcos*

Ninfa 1: Oriana Favaro – Laura Pisani*

Ninfa 2: Rocío Giordano – Maria Belén Rivarola*

Ninfa 3: Rocío Arbizu – Maria Luisa Merino Ronda*

El niño de la cocina: Cecilia Pastawski – Rocío Arbizu*

Voz del Cazador: Fermín Prieto

Acompañante de Jezibaba: Franco Cadelago

Dirección escénica: Enrique Singer

Coro y Orquesta Estables del Teatro Colón

Dirección:Julian Kuerti

Parece que Rusalka de Dvorak (1901) tenía todo para seducir a un director. La más popular de las óperas checas, creada un año antes que Pelleas et Melisende de Debussy, proviene de la obra de Puskin Roussalka, La Sirenita de Andersen y Ondine de La Motte-Fouqué.

En dos palabras: la ninfa Rusalka traiciona a la suya y adopta la forma humana para unirse a su amado, con la ayuda de la bruja Jezibaba, quien obtiene a cambio de que tome su voz. El romance entre la sirena y el Príncipe es efímero: seducido por una princesa extranjera, el príncipe repele a Rusalka, obligado a vagar solo en aguas heladas, conducido por los suyos. Abandonado por la princesa extranjera, el príncipe pierde su razón y corre al estanque: suplicándole a Rusalka que lo bese, y muriendo en sus brazos. El tema trágico, profundamente arraigado en el imaginario nórdico, encajaría en esta frase de Kaminski: «La eternidad es la congelación, la mortalidad bendición, los dos no puede alcanzar fijación es para siempre entumecida por el deseo, a través de una ventana gruesa. »

Así pues luego de 116 años de su estreno en Praga, llega al Teatro Colón de Buenos Aires. En esta crónica se pautará los dos elencos que participan el as funciones de abono y en la función extraordinaria.

Siempre se espera que el cantante protagonista sea la perla de destaque de la versión sin indirectamente depender del resto del elenco. Por una lado en la función de Gran Abono se presentó la soprano puertorriqueña ANA MARIA MARTINEZ, una voz con un volumen dificultoso en ciertas partes, sin carácter en entrega para el rol; en cambio nuestra compatriota DANIELA TABERNIG en la función extraordinaria realizó una interpretación llena de colores y pianísimos, su squilo corrió por la sala , teniendo una entrega al rol que emocionó definitivamente en su célebre “Měsíčku no nebi hlubokém” (canción de la Luna), como en el duo final con el tenor.

DMITRY GOLOVNIN , en el estreno fue un príncipe anodino sin matices, con una voz limpia y correcta; en cambio FERNANADO CHALABE, a diferencia de su predecesor en el rol estuvo con matices ricos, aunque con una voz discreta que llego a ser opacada por la densa orquesta del autor checo.

El rol de Jezibaba tuvo dos compatriotas admirables en el rol, las reconocidas ELIZABETH CANIS y MARIA LUJÁN MIRABELLI las cuales en sus funciones respectivas abordaron con sus colores vocales los juegos provocadores de la bruja perversa, dando credibilidad mágica al rol y demostrando su ductilidad vocal en la musicalidad del idioma checo.

La princesa extranjera fueron dos interpretaciones distintas con nuestras sopranos argentinas, MARINA SILVA y SABRINA CIRERA. La primera, fue fría, sensual, altiva y distinguida, su voz estuvo con su centro vocal brillante dando demostración de un rol ideal para ella. Cirera, en cambio se la escucho distante del rol, la ironía en la dramaturgia era su perfil de interpretación, su voz fue correcta, pero no es un rol que le sea cómodo, como fue el caso cuando interpretó Medée o Lecouverur.

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El bajo croata como Vodnik ANTE JERKUNICA fue una de las voces de absoluto destaque en las funciones de abono, robustez, amplio caudal, seguridad y sobre todo conmovedor en su aria del segundo acto “Běda! Běda! Celý svět nedá ti”, dio demostración de su gran musicalidad. En cambio MARIO GLADIC; cumplió muy bien el rol del espíritu de las aguas, pero con una orquesta demasiada pesada para su voz, lo cual en más de un ocasión lo cubrió.

El resto del reparto a la altura, y es de reconocer su dominio sobre un idioma diferente de las lenguas romances y que han sabido cantar con habilidad, destacándose los tríos integrados por ORIANA FAVARO, ROCÍO GIORDANO Y ROCÍO ARBIZU (funciones de abono) y el realizado por MARÍA BELÉN RIVAROLA, MARIA LUISA MERINO RONDA Y LAURA PISANI (f. extraordinaria) como la ninfas (ondinas).

La dirección orquestal fue del Maestro debutante en el Teatro Colón, el canadiense JULIAN KUERTI, el cual mostró conocimiento sobre la partitura de Dvorak. Aunque los metales de la Orquesta Estable no se mantuvieron en orden, sonando casi en todo momento muy estridentes como en fortísimo en más de una ocasión la orquesta completa, cuestión que jugó en contra a los cantantes. La intervención del Coro Estable fue breve, y sobre todo estuvo tapado en la función extraordinaria por la Orquesta en su intervención del tercer acto. El ballet del segundo acto , no poseyó mayor lucimiento puesto el pequeño espacio de desplazamiento marcado por el escenógrafo , con una coreografía que remarcaba la pasión y el morbo cuestión que quedaba fuera de lugar al cuento romántico de la ondina.

El marco visual fue onírico como simbólico, creado por JORGE BALLINA, quien planteo una estructura ligera circular que subía y bajaba, lo cual daba la sensación de estar sumergidos en el mundo acuático o llevarnos a la superficie, con la ayuda de una dunas móviles para la entrada o salida de los personajes (como la “espectacular” entrada de Jezibaba) durante el primero y tercer acto, en el segundo acto en el castillo del príncipe, se utilizaron tarimas con barandas móviles con candelabros colgantes. El vestuario recordó a las películas de Disney realizado por ELOISE KAZAN, el cual estuvo acertado a los personajes de cuento.

La dirección de escena de ENRIQUE SINGER, acertada dentro de ese mundo de ensueño y confrontaciones jugando con alguna diferencia al libreto original de la obra, claro ejemplo la quasi escena lésbica de las ondinas o una pseudo relación afectiva entre Vodnik y Jezibaba.

Una misma opera RUSALKA, con dos elencos que si se hubiesen unificados criterios vocales habría sido antológico ya que nuestros compatriotas supieron lucir sus voces a pleno: DANIELA TABERNIG, MARINA SILVA, MARIA LUJÁN MIRABELLI, ELISABETH CANIS, MARIANO GLADIC, FERNANDO CHALABE, gran aplauso a todos. Esperemos que no pasen 116 años para volver a ver esta maravillosa obra de Dvorak nuevamente.

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