NABUCCO
Musica: Giuseppe Verdi
Libreto: Temistocle Solera
Arena di Verona
NABUCCO
Boris Statsenko
ISMAELE
Rubens Pelizzari
ZACCARIA
In-Sung Sim
ABIGAILLE
Susanna Branchini
FENENA
Nino Surguladze
HIGH PRIEST OF BELO
Nicolò Ceriani
ABDALLO
Cristiano Olivieri
ANNA
Elena Borin
Conductor: Daniel Oren
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Director and Costume Designer Arnaud Bernard
Set Designer Alessandro Camera
Lighting Designer Paolo Mazzon
Director of Stage Design Giuseppe De Filippi Venezia
Chorus Master Vito Lombardi
New Stage Design of Fondazione Arena di Verona
Arena di Verona Orchestra, Chorus and Technical Team
Nabucco es la tercera ópera compuesta por Verdi, con libreto de Temistocle Solera, su estreno tuvo lugar en el Teatro alla Scala de Milán, el 9 de marzo de 1842, constituyendo un gran éxito, hasta el punto de ser representada en aquella temporada y la siguiente, en 57 ocasiones, algo que nunca había ocurrido anteriormente. En Nabucco pueden verse influencias de Donizetti y Bellini, pero sus vigorosas melodías, junto a un apasionado lenguaje vocal, son ya típicamente verdianos. En esta ópera, y por primera vez, Verdi le da gran relevancia a la voz de barítono, asignándole el papel protagonista de Nabucco. Y, el de Abigaille -de una dificultad extrema- a una soprano drammatica d’agilità, siendo cantado en su estreno por Giuseppina Strepponi, destinada a convertirse en compañera sentimental de Verdi y su futura esposa.
Acabo de ver la nueva producción que presenta en su Temporada 95 la Arena di Verona , la trama se traslada al 1848, situándose cerca de los “cinco días de Milán”, cuando la ciudad estaba dominado por el Imperio Austrohúngaro. La Arena en esta superproducción, confronta el símbolo italiano de la música y de su templo musical Alla Scala como centro escénico, las gradas enderredor del escenario se transforma en la Piazza della Scala. Ya desde su célebre obertura el fuego de los cañones retumban y presentan fuego en la mencionadas, caballos entran a escena, el coro ingresa como pueblo del risorgimento se enfrenta al avasallamiento austrohúngaro, es por eso que desde el comenzó este Nabucco impacta por su realismo cinematográfico- son imágenes que recuerdan la película Senso del gran Luchino Visconti, pistolas que disparan salvas, ruido de las armas sumadas a los húsares que entran a caballo y toman la tricolore para quemarla, la historia cobra vida de otra manera pero que a los espectadores impacta en su desarrollo. Nabucco toma la figura de Franz Joseph, Zaccaria es un Papa vestido de Giuseppe Mazzini, Abigail es una princesa austríaca, Fenena es la condesa Livia Serpieri de la película «Senso» de Luchino Visconti. La acción se traslada a un gran escenario giratorio en la estructura de La Scala como centro escénico lo cual nos llevara a una representación de Nabucco dentro del “templo musical de Italia “en donde se escuchara «Va Pensiero». La gente, el Ejército y personalidades chocan; sumados a un juego continuo de luces y colores que resalta lo monumental de la producción. Tres símbolos de Italia la Arena, La Scala y el Tricolore , sumádo el sonido de la música, más el impacto visual toma personalidad propia, debido no tanto a la dirección de Arnaud Bernard, pero si a las espectaculares escenas de Alessandro Camarena, los trajes muy apropiados de la misma Bernard, el diseño de iluminación tan novedoso ideado por Paolo Mazzon: nos dan en pocas palabras, un resumen de superproducción en donde se ha invertido mucho, lo cual con llevo al éxito desde la misma
En la música el Mtro. Daniel Oren, figura histórica en la Arena en la dirección nos hace una ejecución a un ritmo muy rápido como si fuese un guerrero frente al invasor , lo cual afecto en más de una ocasión a los solistas .
Gran dominante escénico es el magnífico coro de la Arena preparado por Vito Lombardi, durante el famoso «Va Pensiero» provocó el aplauso frenético del público lo cual llevo al bis. Nabucco, en la voz de Boris Statsenko presento autoridad y dominio del ffraseo en sus diversas “etapas» que pasa el personaje. Tuvo un increscendo notorio entre la primera parte y la segunda en donde ampliamente descolló. Abigail , interpretada por Susana Branchini no tuvo una línea pareja, más bien fue infeliz, no fue capaz de dominar, debido a una agilidad vocal no demasiada refinada, siendo una de las texturas más inaccesibles y difíciles de todo el repertorio de Verdi. Su agudo no estuvo seguro teniendo un cantábile incierto.
El Zacarias de In-Sung Sim presento una voz taciturna, no dominante en el lenguaje verdiano todavía, escénicamente muy impactante (en esta versión lo matan en un momento como revolucionario tricolore) sobre todo cuando en el último cuadro caracterizado como el Gran Sacerdote Hebreo que entra en el escenario de la Scala … Completan el elenco estelar, Rubens Pillizzari, el cual mostró una vocalidad excelente en el rol de Ismaele, , diáfano en su sonido y claro fraseo que junto a la estupenda Fenena de Nino Surguladze resulto una pareja de alto vuelo lirico.
Al comienzo de la representación se hizo un minuto de silencio por las víctimas del atentado en Barcelona, emoción y brillo resumido en Nabucco , el gran Verdi como su libretista Solera escribieron, el resumen del pedido de paz y unidad , al hoy mis amigos sigue tan vivo como en 1842
…»Va, pensiero, sull’ali dorate;
Va, ti posa sui clivi, sui colli,
Ove olezzano tepide e molli
L’aure dolci del suolo natal!
Del Giordano le rive saluta,
Di Sionne le torri atterrate…
Oh mia patria sì bella e perduta!
O membranza sì cara e fatal!»…