OPERA: «ANDREA CHENIER, de U. Giordano en el Teatro Colón en UNA REVOLUCIÓN ATERCIOPELADA QUE NO EMOCIONÓ…

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Andrea Chénier

Libreto de Luigi Illica – Música de Umberto Giordano

Elenco: Maria Pia Piscitelli, José Cura, Fabián Veloz, Guadalupe Barrientos, Gustavo Gibert, Emiliano Bulacios, Sergio Spina, Alejandra Malvino, Cecilia Aguirre Paz, Victor Castells, Norberto Marcos, Alejandro Meerapfel e Ivan Maier

Coreografía :Carlos Trunsky

Iluminación:Rubén Conde

Escenografía :Emilio Basaldúa

Supervisión de vestuario: Eduardo Caldirola

Dirección de escena : Matías Cambiasso

Coro: Mtro. Miguel Martínez

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Orquesta Estables del Teatro Colón : Dtor. Christian Badea

Esta nueva producción de Andrea Chénier actualmente en el Teatro Colón con puesta en escena de Matias Cambiasso venía precedida por comentarios adversos en criterios de su anterior regista, hecho que quedara en el anecdotario del Teatro.

Su protagonista, poeta revolucionario, guillotinado en 1794 dos días antes de Robespierre, acusado de conspiración y culpable por ser adalid de la Libertad, es Andrea Chénier personaje central de la obra más conocida del compositor verista Umberto Giordano, cerca de Mascagni y Franchetti, Luigi Illica autor de la dramaturgia – recordemos que fue el libretista de Puccini: Tosca, Manon Lescaut y la Bohème – fue la gran inspiración para componer esta oscura y romántica partitura donde los colores orquestales son resueltamente modernos.

La dirección sutilmente confusa y enérgica de la Orquesta Estable a cargo de Christian Badea tuvo un balance desfavorable para acompañar las voces, claro ejemplo fue la acentuación de sus motivos dramáticos en los dos últimos actos planteados por las cuerdas. El Coro Estable dirigido por Miguel Martinez poseyó dinámica precisa, siendo destacable ampliamente su actuación.

En el papel del poeta condenado, José Cura ha confiado en la riqueza y oscuridad de su timbre para darle a su personaje toda la dimensión sensible como trágica, tanto en la admisión de sus sentimientos como en el enfoque de la muerte; la dificultad que presenta la obra es la mantención de la intensidad vocal a fin de estar acorde a la línea dramática que se plantea. Su Improvviso quedó por debajo de lo que puede esperarse de este gran cantante. Mejoró en el arioso del segundo acto y en el dúo con Maddalena. Quizá lo mejor de su actuación fue su intervención en el juicio con el aria Si, fui soldato. En la siempre esperada aria de la prisión no brilló como se esperaba, mejorando de nuevo en el dúo final con Maddalena.

Maddalena di Coigny fue interpretada por la soprano italiana Maria Pia Piscitelli, quien planteaba mi incógnita, ya años atrás (2006/2007) se la había visto en excelentes perfomances de la misma opera como de Norma (Bellini) en el Teatro Argentino de La Plata y en nuestro Primer Coliseo en Simón Boccanegra (2003) como en el Don Carlo (2004). Mis dudas desaparecieron y para mi gusto Piscitelli ofreció lo mejor de la representación en términos vocales, especialmente en La Mamma morta, cantada con sentimiento y brillantez, cubriendo perfectamente sus dos importantes dúos con Andrea Chénier.

Fabia Veloz, fue Carlo Gerard, su interpretación no alcanza el nivel de excelencia que nos tiene acostumbrado. Por momentos su voz quedo corta en matices como así también sonó esforzada. Su Nemico della patria ofreció exceso de decibeles, lo cual siempre es de buen efecto en el público, pero en tan destacado barítono dio que pensar si este rol le es cómodo para su voz.

Guadalupe Barrientos en el rol de Bersi, mostro una voz apasionada, con cuerpo y emisión brillante, su capacidad transformo un personaje secundario en principal. El resto fue totalmente correcto e integrador en el todo de la función.

Emilio Basaldua nos brindó un marco escénico discreto en concepto, presentó un vestuario que se vio vetusto (probablemente reciclado de otras producciones) con una iluminación directa lineal que no brindo posibilidades de cambio de climas, cuestión que la imagen que se veía fue una Revolución Francesa carente de pasión . La acción pautada por Matias Cambiasso estuvo acorde al marco escénico, básica en todo sentido.

Andrea Chenier, cierra la Temporada 2017 de manera discreta, con una revolución aterciopelado que no llego a emocionar.

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