Buenos Aires, Argentina, 18 de Noviembre del 2025. Hay artistas que parecen rodeados de una luz propia, incluso fuera del escenario. Nadine Sierra es una de ellas: espontánea, cálida, reflexiva y, al mismo tiempo, dueña de una técnica casi sobrenatural. En esta charla, Nadine baja las barreras, habla sin impostaciones y deja ver la honestidad con la que piensa su arte.
Aquí, siete preguntas que revelan a la artista y a la mujer detrás de una de las voces más cautivantes de nuestro tiempo.
1. Nadine, tu voz tiene un sello inconfundible — si fuera un perfume, ¿qué notas tendría y por qué?
«La fragancia sería fresca y juvenil. Y quizá con una nota baja de ámbar, algo redondo y reconfortante. Pero la frescura seguiría siendo el elemento principal, porque habla mucho de lo que intento lograr con mi voz y mi carrera. Podría ser floral, por ejemplo. Curiosamente, lo que describo no se parece a lo que uso en mi vida diaria, Caleche de Hermès.»
2. Hablamos mucho del famoso “sonido Sierra”, pero… ¿cuándo sentiste realmente que esa identidad vocal era tuya y no un deseo de estudiante?
«La gente puede decir lo que quiera sobre mi sonido. Para mí es una experiencia completamente distinta, porque mi sonido es quien soy, y siempre lo ha sido. Si hubiera sido un sueño estudiantil, significaría que mi sonido es algo creado y separado de mí, y no lo es. La técnica puede construirse, el estilo puede enseñarse, pero mi sonido está dentro de mí y siempre lo ha estado.»
3. Hay personajes que te eligen solos. En tu caso, ¿cuál fue el primero que te dijo “tu eres para mí”?
«Probablemente los roles de Mozart, como Ilia o Susanna, porque siendo una soprano joven de algún modo recae sobre vos cantar esos papeles. Luego diría Gilda, este rol me convirtió en la intérprete que soy y me llevó a los más grandes escenarios del mundo. Siempre llevo una parte de ella conmigo, y mientras me acerco a mi última Gilda en la Bayerische Staatsoper, también espero haber dejado mi huella en ese rol.»
4. Si pudieras quedarte con una sola cualidad de una soprano histórica —solo una—, ¿ cuál elegirías y por qué?
«Es una pregunta imposible para una amante de la ópera como yo… Admiro a muchas por distintas razones. ¿Puedo elegir dos? Me quedaría con la calidad vocal de Freni, quien es una heroína para mí y siguió cantando de manera hermosa e inteligente incluso en sus años mayores. Luego tendría que decir el fuego de Callas, dentro y fuera del escenario. Callas es Callas por la forma en que se respetaba a sí misma y a su arte, y por eso los demás la respetaban.»
5. En una era donde la inteligencia artificial ya puede componer música, ¿qué emoción o misterio creés que nunca podrá reemplazar de una voz humana en vivo?
«Nunca podrá reemplazar la voz humana, no porque la IA no sea lo suficientemente inteligente, sino porque hay demasiados parámetros que escapan a las reglas racionales de la tecnología y que hacen del canto en vivo algo extraordinario. No se trata solo del sonido producido, sino también de la recepción del público. Dependiendo de cómo haya sido mi día y cómo haya sido el día de un espectador, podemos conectar sin conocernos, y mi voz puede hablarle al fondo del alma. Eso es algo que la IA simplemente no puede reemplazar.»
6. Detrás de escena todos tienen un ritual secreto. En tu caso, Nadine, ¿cuál es el gesto que sorprendería incluso a tus fans?
«No me gusta sacralizar demasiado el detrás de escena. Usualmente hablo, río y la paso bien con el maquillador, el estilista o cualquier persona en el camarín que me esté ayudando a prepararme.»
7. Sos parte del cambio en la ópera actual. Si pudieras decretar un giro profundo en el mundo lírico de la próxima década, ¿cuál sería?
«Me gustaría que todos volviéramos a respetar la ópera por lo que representa. No tengo nada en contra de las producciones modernas siempre que estén hechas con inteligencia y respeten el libreto. Algunos directores tienen demasiado poder y eso está matando lentamente nuestra industria. No estamos aquí para complacer la visión de un solo director. Tenemos un libreto y una partitura que servir, todos nosotros. Eso ya es suficiente trabajo para cualquiera.»
Epílogo
Escuchar a Nadine Sierra hablar es confirmar lo que ocurre cuando canta: claridad, fuego interno y un respeto inmenso por el arte que habita. No hay poses ni solemnidades; solo una artista que conoce su identidad y la defiende con la misma belleza con la que la comparte.
Quienes quieran experimentar esa verdad en vivo podrán hacerlo muy pronto: el 3 de diciembre en el Teatro Colón, en el marco del Ciclo Aura, donde Nadine se presentará junto al pianista Bryan Wagorn. Un recital que promete combinar técnica, emoción y esa frescura que ella misma define como esencia de su voz.
Una cita que nadie debería perderse.
