Actores:
Gabriel Goity, Jorge Suárez, Julieta Vallina, Daniela Pal, Ricardo Cerone.
Dirección: Carlos Olivieri
Autor: Héctor Cabello Reyes
Vestuario: Ana Markarian
Escenografía: Julieta Kompel
Iluminación: Matías Sendón
- LO ESCUCHO, es una pequeña comedia divertida que tiene lugar en un ámbito del que al teatro le gusta burlarse, el consultorio de un psicoanalista/psiquiatra. El espacio está diseñado como el de un vodevil: además de un escritorio, un sofá, un sillón (y aquí una caja fuerte), hay una puerta doble, bien en el medio de la pared del fondo. Es un armario: el cual sirve para esconder el personaje extra, como en todos los tríos clásicos: el marido, la mujer y el amante. O casi…
Aquí, el intruso es el marido de una paciente, la cual acaba de dejarlo. Hay un culpable…, en este caso es el médico del alma que, desde hace dos años, dos veces por semana le realiza terapia a la mencionada esposa.
Pues aquí es el comienzo de un “explosivo” dialogo entre estos dos hombres, en donde los tics psicoanalíticos se encuentran presentes para la risa del espectador.
Dos personajes interrumpirán rápidamente al dúo: Ricardo Cerone y Daniela Pal. Los cuales, por muy talentosos que sean, no son esenciales para la acción y asimismo se podrían cortar un poco el diálogo de los dos protagonistas y traer a la esposa más rápidamente. Ya que, obviamente, va a aparecer la mujer voluble. Es la talentosa Julieta Vallina.
El encuentro cara a cara entre Jorge Suarez y el Puma Goity es lo principal. Este último tiene descaro, profesión segura, mucha fantasía. Él es quien pone el espectáculo. Le da un color tonificado y divertido. Este Don Quijote con corazón de alcachofa es móvil. Sabe cómo preocuparse. El personaje es agresivo. Desagradable. Boca grande. No muy inteligente. Pero qué arte en el juego, qué humor en el más mínimo movimiento, la más mínima entonación del actor.
Suarez como el terapeuta tiene miedo; está escondiendo algo lo cual al final sabremos qué lo hace tan vulnerable, un intérprete llena de finura como de naturalidad.
La llegada de Julieta Vallina, cabello suelto, pómulos grandes, encanto, anuncia el desenlace. Tiene muchos matices en su corta partitura. Perfecto. Ella le anuncia a su psiquiatra que ha dejado a su marido. Ella debe ir a pasar el fin de semana con un petimetre seductor. Ella está un poco perdida. Pero también es buena mosca y entenderá que está pasando algo extraño …
En el panorama actual del teatro porteño, LO ESCUCHO ofrece una agradable velada para compartir con amigos. A lo largo de las actuaciones, los intérpretes, muy bien dirigidos por Carlos Olivieri, encuentra un ritmo sostenido y burlesco, lo cual da la risa necesaria en estos tiempos tan especiales.