domingo, 5 de octubre de 2025
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La Chica de la Aguja: cuando pensabas que la vida no podía ser peor

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Si alguna vez pensaste que el cine no podía volverse más deprimente, La Chica de la Aguja llega para demostrarte que sí, que siempre hay espacio para más miseria. Magnus von Horn nos regala una historia que hace que el gris de la posguerra parezca un festival de colores en comparación. Aquí no hay felicidad, ni respiro, ni siquiera una pizca de humor involuntario. Solo lágrimas, hambre y una protagonista que cada vez que cree haber tocado fondo, encuentra una pala y sigue cavando.

Vic Carmen Sonne interpreta a Karoline Nielsen, una mujer que empieza en la cuerda floja de la sociedad y cae en picado como un piano en un dibujo animado, pero sin la gracia del impacto cómico. Embarazada, sin casa, sin marido, Karoline deambula por una Dinamarca sombría como lugubre. Su vida es tan trágica que si apareciera un vampiro para devorarla, hasta él sentiría lástima y le dejaría un bocadillo en vez de morderla.

Pero si crees que esto es lo peor, espera a conocer a Dagmar. Interpretada con escalofriante dulzura por Trine Dyrholm, esta mujer dirige un negocio de adopciones ilegales disfrazado de tienda de dulces, porque, claro, todo niño que entra en una tienda de golosinas sale con una nueva familia… o no sale en absoluto. Es como si Willy Wonka tuviera una versión oscura y sin canciones. Y por si faltaba algo, la historia está basada en hechos reales, lo que convierte esta espiral de desesperanza en un «documental» del horror cotidiano.

Von Horn, con su toque magistral para hacer que la audiencia se sienta emocionalmente demolida, nos sumerge en un blanco y negro tan intenso que hasta los esqueletos del cine mudo parecen más vivos. La película es una oda a la angustia, con planos estáticos que nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia mortalidad y decisiones de vida. ¿Esperabas un final esperanzador? ¡Ja! Aquí la única luz al final del túnel es la de un tren a toda velocidad dispuesto a arrollarte.

En conclusión, La Chica de la Aguja es la película ideal para aquellos que sienten que su vida es demasiado feliz y necesitan bajarse de la nube de la alegría a golpe de realidad cruda. Si buscas una dosis de sufrimiento cinematográfico con un toque de «esto es demasiado real para mi gusto», esta es tu película. Si no, mejor quédate en casa viendo vídeos de gatitos y abrazando un peluche. Lo vas a necesitar…

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