L’incoronazione di Poppea
Opera musicale en un prólogo y tres actos (1642/43)
Musica de Claudio Monteverdi -Libretto de Giovanni Francesco Busenello
Festival de Salzburgo 2018
Nueva producción
William Christie , Director
Jan Lauwers , Director, escenografo, coreografo
Lemm y Barkey , vestuarista
Ken Hioco , iluminador
Elke Janssens , dramaturgia
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REPARTO
Sonya Yoncheva , Poppea
Kate Lindsey , Nerone
StĂŠphanie d’Oustrac , Ottavia
Carlo Vistoli , Ottone
Renato Dolcini , Seneca
Ana Quintans , Virtud / DRUSILLA
Marcel Beekman , Nutrice / Famigliare Me
Dominique Visse , Arnalta
Lea Desandre , Amore / Valletto
Tamara Banjesevic , Fortuna / damigella
Claire Debono , Pallade / Venere
Alessandro Fisher , Lucano / Soldato I / Tribuno / Famigliare II
David Webb, Liberto / Soldato II / Tribuno
La presentación de esta ópera en el Festival de Salzburgo resultó ser un extraordinario hecho musical con una una puesta en escena que, por momentos, es muy bella y, por otros, parece un poco repetitiva en ideas.
Su puestista es el notable belga Jan Lawers, director de la Needcompany, al cual conozco bastante en su trabajo, solamente vale recordar su presencia en Buenos Aires (2015), cuando en mi gestión como Director Artístico del Festival Internacional de Buenos Aires se presentaron dos de sus trabajos: el mítico Isabella’s Room y The Blind Poet en la sala Martín Coronado (Complejo Teatral de Buenos Aires). Un artista, que viene de las artes visuales y del teatro, lo cual en esta propuesta de Festival se apreciaron los orígenes citados. Sus marcaciones actorales, los aspectos visuales, su original planteamiento escénico, tener por ejemplo a la orquesta a vista del público resultaron efectivas. Cuestión que, si se le agregan las bellas coreografías planteadas, se resumen la propuesta en justa y refinada. Alguna reiteración de efectos y el uso de pantallas en vivo sirvieron solamente para ser momentos fallidos dentro de la escenificación. Pero vuelvo a decirles, los pequeños problemas se compensan largamente con la marcación actoral que muestra la calidad habitual de Lawers.
En el plano musical, todo fue de nivel superior. La orquesta Les Arts Florissants, especialista en repertorio barroco y dirigida por el notable William Christie, realizó un trabajo sublime: sus integrantes genuinamente especialistas en el género con sus instrumentos antiguos y a la vista del público dejó al soberano emocionado, la excelencia en interpretación predispuso al disfrute de la belleza inalterable de la opera barroca.
Respecto de los cantantes, fue de un nivel excelso, a lo que siempre nos tiene acostumbrado el Festival de Salzburgo. Un elenco estelar, en donde todos los cantantes, desde los principales hasta los que cantan pequeños roles, están en un nivel altísimo.
Poppea fue la soprano búlgara Sonya Yoncheva- una de las “divas” actuales, que en sus inicios realizó este tipo de repertorio- mostró en su rol su amplio dominio en su abordaje como dio todo su estilo en color vocal en tan difícil protagónico. Su imagen potente como “sexy” brindó una Poppea potente dentro de escenas en donde el erotismo emergía. De destacar fue la mezzo Kate Lindsey (Nerón), que compuso de manera extraordinaria su rol masculino travestida y con un color en su voz de gran musicalidad. La ovación del final mostró a un Mozart Haus rendido a ella., cuestión que la transformo en la estrella vocal de la velada. El esperado dúo final (“…Pur ti miro, Pur ti godo” …) fundió a Yoncheva y a Lindsey en un momento de extraña belleza. Destacable estuvo el tenor holandés Marcel Beekman de gran impronta vocal como actoral. Stephanie D’Oustrac como Ottavia mostró su gran calidad interpretativa. Sorprendió al público la soprano portuguesa Ana Quintans (Virtu y Drusilla) quien junto al contratenor Carlo Vistolli (Ottone) y el barítono Renato Dolcino (Seneca), brindaron, un espectáculo interesante y una interpretación musical de excepción en la noche del Festival de Salzburgo 2018.