La conciencia de la importancia de cada momento de la vida llevó a Joyce a la actitud de que en un mundo que ha logrado volverse sin sentido y ridiculizado todo lo que una vez fue majestuoso – aquí ya no necesitas buscar lo sublime. Debe ser creado, y precisamente sobre la base de una vida cotidiana completamente ordinaria, banal, a veces incluso vulgar.
La historia de un día muy común de un hombre muy común primero cobró vida solo como una de las mini-historias en ‘The Dubliners’; pero cuando James se dio cuenta de las posibilidades que ofrecía la idea de deconstruir el mito homérico para crear un mito sobre la vida ordinaria de la ‘gente pequeña’, Joyce decidió dejar de lado la idea para que algún día pudiera convertirse en algo mucho más más grande En la novela Ulises.
Ulises es, ante todo, un mito moderno: un mito sobre lo trivial, lo único posible en un mundo no heroico, desprovisto de toda sublimidad.
En lugar de enojarse porque Leopold Bloom es el único Odiseo que el cobarde siglo XX puede alabar, Joyce dice que el mito está muerto, que viva el mito.
El último ‘sí’ de la infiel Penélope no es una resignada resignación ante el horror del vacío, sino una instintiva y gozosa aceptación de la vida tal como es.
James Joyce, un escritor sin hogar en la vida y la literatura, escribió un libro sin hogar (por eso dice Trieste-Zurich-Paris, 1914~1921 al final) sobre héroes que buscan en vano su hogar, y con ella lideró una larga procesión de rostros en movimiento que marcó la literatura del siglo pasado. Muchos de ellos -como Nabokov o Kish- nunca ocultaron que «salieron del abrigo de Joyce».
Joyce, en mi opinión, definió en esta novela el camino de su vida: el rechazo de todas las formas de conciencia colectiva y el individualismo completo, que no rehuye ni el autosacrificio creativo ni ninguna forma de participación en la vida real. Incluso una de las formas, que según diversos criterios se define como ‘pecado’.
Una combinación tan asombrosa de ascetismo y hedonismo solo está disponible para aquellos que son verdaderamente fuertes y verdaderamente seguros de sí mismos. Esforzarse constantemente por lograr algo como esto es probablemente una de las formas más nobles de vivir tu vida.
Esta es probablemente mi novela favorita, porque fue la más difícil, y por tanto, supongo, habría que considerarla de alguna manera y la más odiada, ya que después de ella sigo sin encontrar algo que ‘retomar’ de nuevo.