miércoles, 24 de diciembre de 2025
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Desayuno en Tiffany’s. ¿Qué pasó con el legendario vestido negro?

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Clara VON HAAS
Clara VON HAAS
Clara Von Haas – Psicóloga & Musicóloga, especializada en los vínculos entre percepción, emoción y experiencia estética. Divide su residencia entre Alemania y Argentina, donde desarrolla una intensa actividad profesional en ambos países. Como investigadora y divulgadora cultural, escribe de manera asidua para Oper Klass y para ByBattaglia.com, en las secciones de cultura, música y arte. Sus textos se distinguen por un enfoque analítico y sensible, combinando rigor académico con una perspectiva humanista que integra psicología, historia de la música y pensamiento contemporáneo. Ha participado en proyectos interdisciplinarios que abordan la relación entre identidad sonora y memoria afectiva, y colabora regularmente con instituciones culturales en conferencias, artículos y programas educativos. Su trabajo se caracteriza por una mirada profunda, crítica y accesible, siempre orientada a acercar la música y las artes al público con claridad, erudición y sensibilidad.

Nueva York, 1961, 5 de la mañana. En la neblina del amanecer aparece Audrey Hepburn, luciendo un vestido de noche negro diseñado por Hubert de Givenchy, con un collar adornado con 120 perlas y un diamante amarillo de 128,54 quilates, junto con gafas oscuras de Vogue. En sus manos sostiene un croissant y una taza de café de papel. Su personaje, Holly Golightly, ha llegado a la joyería Tiffany & Co. para disfrutar de un desayuno.

El vestido fue creado por Hubert de Givenchy, con quien Hepburn tenía una amistad de muchos años. El vestido encapsula la elegancia francesa y la sofisticada atmósfera de Nueva York con sus deslumbrantes fiestas, diamantes y champán caro.

Desde el frente, el vestido parece bastante modesto, pero en la parte posterior luce un escote complejo y sensual. En su versión original, el vestido era mucho más corto y con una abertura, pero los productores lo consideraron demasiado frívolo. Entonces, Edith Head (diseñadora de vestuario) alargó la falda y eliminó la abertura.

El diseñador creó tres vestidos idénticos. El primero permaneció en la Casa de Modas Givenchy, el segundo fue donado al Museo del Traje en Madrid, y el tercero fue para Audrey Hepburn. En 2006, el vestido negro se vendió en una subasta de Christie’s en Londres por 607,000 euros, convirtiéndose en el atuendo de utilería más caro hasta ese momento. Los fondos recaudados fueron destinados a la ayuda infantil en Calcuta.

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