Lukas Dhont inspirándose en gran medida en su propio relato personal nos guia en su nuevo film Close donde se destaca la revelación Eden Dambrine en el papel de Léo, un niño de 13 años que vive un idilio cómplice con su mejor amigo Rémi (Gustav De Waele). Los dos chicos se divierten con inocencia y ardor en un maravilloso entorno bucólico representado por la granja en donde los padres de Léo cultivan flores. Espontaneidad de vida, soñar con ser adultos y compartir este juego imaginario una y otra vez los transforma en cómplices de vida.
A una edad en la que construye su identidad, consciente de que no es un modelo de masculinidad, a Léo le cuesta ver las miradas que se dirigen a Rémi y a él. Como si lo hubieran llevado al límite, rebate con vehemencia una pregunta sobre su relación que refleja toda su inseguridad, y poco a poco intenta acercarse a los chicos más viriles de su clase. Para contradecir a quienes se burlan de él, se dedica al hockey sobre hielo, un deporte “masculino” que fascina a uno de sus populares compañeros. Poco a poco, la cercanía de su compañero de toda la vida se convierte en motivo de vergüenza para Leo, que se muestra distante, antes de descargar toda su frustración sobre él en un momento de agresión. Su vínculo tan afectivo y espontáneo no parece poder mantenerse en la universidad, sucumbe poco a poco y demasiado de repente, lo no dicho y la vergüenza reemplazando las carcajadas como las miradas llenas de admiración. El dolor y la incomprensión de Rémi emerge en la emocion del espectador.
Es una alegoría de la angustia de ser un joven adolescente gay y el peso aplastante de la heteronormatividad, Close es también una historia sobre la pérdida de la inocencia. Un retrato desgarrador de la amistad masculina en una evocación de la pérdida y la culpa. Tras una primera parte clara, puede parecer frustrante ver a Dhont tomar los caminos del melodrama en lugar de confiar en la notable interpretación de su prodigioso joven actor Eden Dambrine y sus dos fabulosas actrices, Emilie Dequenne y Lea Drucker. Una lectura que no empaña sin embargo esta bella y conmovedora película nominada al Oscar 2023 (mejor film extranjero) que nos lleva de la mano en su último cuarto de hora en el que se desata la emoción, en dos escenas sobrecogedoras donde las penas brotan y acaban por encontrarse…
Muy interesante film con excelentes intérpretes y significativa música de Valentin Hadjadj. Hay algunos puntos para señalar: todos los personajes tienen una muy llamativa dificultad de poder hablar (en lo que se basan innumerables obras literarias, teatrales, óperas, películas, series etc), los padres no perciben dicha inhibición en los hijos, tampoco los docentes (en un país de tanta influencia francesa parece extraño que no haya ninguna consulta con un analista o que la escuela carezca de equipo psicológico que pueda aconsejar o indicar análisis). La reunión grupal para que los alumnos hablen parece más una parodia macabra que una ayuda efectiva. Recién muy al final es que Léo se decide a comunicar algo a la madre de Rémy, pero ya es muy tarde, especialmente para quien cerrara los ojos todo el tiempo anterior. Como dice Jorge Reitter, el medio en el que el niño, adolescente, adulto vive no puede no proponer un modelo (el que se encuentra «naturalizado» es el heteronormativo) ya que el deseo del sujeto es el deseo del Otro, sólo que la piedra del tropiezo es cuando el sujeto difiere de la propuesta o no la acepta.