Rucci-Tosco. El debate. Dirección y guión de Manuel González Gil Protagonista: Fabian Vena, Gabriel Robito. Actuación especial: José Lobella, Miguel Core, Sebastian Dartayete y Quique Dumont. Funciones: Sábados 20 hs y 22 hs | Domingos 20 hs – Teatro Augusto T. Vandor | UOM Capital (H, Irigoyen 4265 -Caballito) Nuestra calificación: muy buena
La cartelera porteña, siempre generosa en su oferta, presenta una nueva propuesta teatral que parece haber encontrado su punto de anclaje en la intersección de la historia y la memoria. “Rucci-Tosco. El debate” es una obra que, bajo la dirección de Manuel González Gil, trae a escena un momento crucial de la política argentina: el enfrentamiento televisivo entre dos de los más importantes referentes sindicales de los años 70, José Ignacio Rucci y Agustín Tosco.
Protagonizada por Fabián Vena y Gabriel Robito, esta obra no es solo una recreación histórica, sino una reflexión sobre el sindicalismo, las ideologías enfrentadas y, sobre todo, la dignidad y el respeto con el que antaño se discutían temas de enorme peso social. Esa confrontación, transmitida en vivo el 13 de febrero de 1973 por el programa «Las dos campanas», dejó una marca indeleble en la memoria colectiva. Más de 40 puntos de rating en un país que, apenas un mes después, votaría por el retorno del peronismo, dan cuenta de la magnitud del suceso.
Lo escénico: del archivo a la piel
En términos teatrales, la obra es un desafío monumental. Representar un hecho histórico que buena parte del público solo conoce por referencias supone un riesgo y una oportunidad. El libreto de González Gil encuentra su fortaleza en la fidelidad documental, pero no se queda en la mera reproducción. Vena, en el papel de Rucci, y Robito, como Tosco, logran encarnar los matices de dos hombres que, a pesar de representar proyectos antagónicos, compartían una pasión por el movimiento obrero que trasciende el tiempo.
Sin embargo, no todo es tan solemne como podría parecer. La obra sabe moverse con agilidad entre la tensión ideológica y los momentos de respiro. A pesar de que conocemos los resultados históricos de aquel encuentro, el guion logra mantener una tensión constante. Cada palabra tiene el peso de lo irreversible, y cada silencio nos invita a reflexionar sobre la pérdida del debate respetuoso en el panorama político contemporáneo.
Actuaciones que enriquecen la narrativa
A las interpretaciones de Vena y Robito se suman las actuaciones especiales de José Lobello, Miguel Core, Sebastián Dartayete y Quique Dumont, quienes aportan matices y profundidad a la puesta en escena. Cada uno de ellos logra proyectar la atmósfera de la época, transportando al espectador a un momento histórico donde el sindicalismo y la política argentina se debatían en una tensa y vibrante confrontación de ideas.
El valor simbólico y el peso del contexto
Lo que hace particularmente interesante a esta producción es su pertinencia en el presente. A medida que la obra avanza, queda claro que este no es un simple ejercicio de nostalgia. Los paralelismos con la actualidad argentina son inevitables, y el espectador se ve obligado a preguntarse cómo ha cambiado la relación entre los sindicatos y la política, y qué hemos perdido (o ganado) en el camino.
El contexto en el que se inscribió ese histórico enfrentamiento de 1973 —con un país al borde del retorno del peronismo, tras años de dictadura— reverbera en el presente. La obra, presentada por la UOM, el sindicato que Rucci lideró junto a Lorenzo Miguel, tiene un valor simbólico profundo. No solo es un homenaje a Rucci, sino también una invitación a repensar los conflictos y tensiones de un país que sigue debatiéndose entre modelos de poder antagónicos.
Un debate con los pies en la historia, pero el alma en el hoy
El gran acierto de «Rucci-Tosco. El debate» radica en su capacidad de trascender el marco del documento histórico para convertirse en un espejo del presente. Los diálogos no se sienten lejanos ni anacrónicos; al contrario, parecen estar dirigidos a un público que, aún sin conocer profundamente a los protagonistas, entiende que los temas en discusión —justicia social, representación sindical, lucha de clases— siguen siendo el corazón palpitante de la política nacional.
En este sentido, la obra no es solo una pieza para nostálgicos de los 70. Es un llamado de atención para una sociedad que, en su vorágine mediática y polarización, ha olvidado que el diálogo y la confrontación de ideas pueden y deben darse en términos de respeto y altura. Esa noche de febrero de 1973, Rucci y Tosco se enfrentaron con palabras duras, sí, pero con la conciencia de que representaban algo mucho más grande que ellos mismos.
En resumen, «Rucci-Tosco. El debate» no solo rememora un evento crucial en la historia del sindicalismo argentino, sino que, de manera inteligente y aguda, nos invita a reflexionar sobre la actualidad. La impecable actuación de Vena y Robito, sumada a la dirección precisa de Manuel González Gil, convierte esta pieza en un aporte imprescindible para quienes buscan, en el teatro, algo más que entretenimiento: un espacio para pensar, sentir y debatir.
Lo que Rucci y Tosco discutieron hace más de medio siglo sigue siendo relevante, y esta obra lo deja en claro. Pero más allá de eso, nos recuerda que, en tiempos de crisis y divisiones, el teatro tiene el poder de reunirnos para discutir nuestras diferencias, como lo hicieron ellos, con respeto, pasión y, sobre todo, con el objetivo de construir un país mejor.