Papaito piernas largas (“Daddy long legs”) de Jean Webster se publicó en 1912.
El musical de Broadway se basa en la película que en 1955 protagonizo Fred Astaire, ahora en una nueva versión con música y letras de Paul Gordon, libro y dirección de John Caird, quien gano un Tony por Los Miserables.
Jerusha Abbott es una huérfana a quien el destino le tiene deparada una gran sorpresa. Después de años de monotonía y duro trabajo, un misterioso señor llamado “John smith» decide convertirse en su benefactor y enviarla a un prestigioso colegio de señoritas para convertirla en escritora.
El único requisito es que Jerusha debe escribirle una carta al mes al desconocido hombre.
Con el paso de los meses y a través de cada carta, empieza a crecer un sentimiento y vinculo único entre Jerusha Abbott y su benefactor al cual ella llama Papaíto Piernas Largas.
Para Papaito cada vez más verdadero y con un relato maravilloso. Para Jerusha solo silencio ya que la única condición de sus misivas era que jamás preguntase por la identidad de Papaíto, de hecho, que no hiciera ninguna pregunta.
Debido a que solo serían cartas de Jerusha y Papaito nunca respondería ni enviaría cartas. Solo cheques y los pagos de su educación.
Cada canción es no solo un sentimiento de Jerusha o Papaito si no una escena donde todos los elementos del escenario se acomodan, tal cual sucede en la vida de esta niña que se convierte en mujer.
Papaito piernas largas, la carta de amor mejor contada se presenta los sábados a las 21h y los domingos a las 20 hs (última función 28 de julio 2018) en la sala Enrique Muiño El Cultural San Martín (Sarmiento 1551, CABA) bajo la excelente dirección de Lía Jelín y Matías Strafe y dirección musical a cargo Santiago Rosso.
Angeles Diaz Colodrero hace una Jerusha Abbott conmovedora, llena de ternura. Inteligente, suspicaz e inquieta con una dulce voz e interpretación maravillosa.
Juan Rodo interpreta a “Papaito” en esta historia que conoció desde muy chico, ya que era una de las lecturas favoritas de su madre. Con esto él le rinde un homenaje a ella. Haciéndolo con una ternura desmesurada y totalmente diferente a los personajes que estamos acostumbrados a ver del interprete. Cabe destacar que Juan Rodo elige este material y trabaja arduamente para hacer una de las interpretaciones más conmovedoras de su carrera
La dirección musical de Santiago Rosso, con una banda de músicos en vivo, dan vida a esta partitura bellísima, que, junto a las voces, logran un romanticismo único.
La escenografía y el vestuario de Vanessa Abramovich juegan un papel fundamental dentro de la estética y escenas de la obra ya que hacen y crean climas, momentos y tensiones en el interior del personaje y de las escenas. Acompañados de una impecable puesta de luces, logrando de esta manera conmover al espectador en cada canción y transición de la historia,