El Teatro de la Opereta de Budapest ha premiado su debut de larga data cuando, después de décadas, ha vuelto a poner en escena su opereta más popular, Maya, del ex director de Szabolcs Fényes. El trabajo, escrito en 1931, combina los elementos del estado de ánimo burbujeante y el estilo de la época con gran poder como diversidad, una verdadera “FERIE a lo Josephine Baker”. Maya es una opereta de revue enriquecida con espectaculares piezas coreográficas que, al mismo tiempo, combina el clásico humor francés basado en los malentendidos y la astucia, la crudeza y la frivolidad de Jeno.
El cuento de hadas revolucionario, los papeles exquisitos y, especialmente, los éxitos inmortales de Szabolcs Fényes, como “me gustaría estar un poco contento con el tren” o “el amor” de Luxon, de Attila Réthly, en el exótico mundo de la legión extranjera y en el sobre calentado entorno de las «pesadillas» parisinas.
Un espectáculo que asombra por su estilo muy Hollywood años 30, haciendo referencia los grandes musicales de la MGM. . Su producción es impactante y sobre todo un vestuario de alto refinamiento, nunca cae en el kitsh. De todo el espectáculo visto en varios años en el Teatro de Opereta de Budapest, esta reposición es la mejor vista en los últimos tiempos. . Como siempre Fricka Monika es su “star”la cual siempre esta espléndida y con su voz aterciopelada que denota cualidades de de una soprano de coloratura de la Magyar Opera y su contra figura fue Dolhayi Attila, un destacado tenor también de la Magyar Opera.
MAYA, una opereta INOLVIDABLE