Autores: Catherine Johnson (libro) y Benny Anderson y Bjön Ulvaeus (música y letras). Traducción y adaptación: Marcelo Kotliar. Dirección general: Ricky Pashkus. Dirección musical: Gaspar Scabuzzo. Dirección vocal: Matías Ibarra. Elenco: Florencia Peña, Malena Ratner, Alejandro Paker, Alejandra Perlusky, Lula Rosenthal, José Giménez Zapiola “El Purre”, Leo Bosio, Pablo Silva y otros. Escenografía: Mauricio Moriconi. Iluminación: Anteo Del Mastro. Vestuario: Alejandra Robotti. Coreografía: Vero Pecollo. Sonido: Gastón Briski / Nahuel Delgado. Teatro Mar del Plata Nuestra calificación: excelente
Después de mas de dos decadas de su estreno en Buenos Aires (con Marisol Otero como protagonista) y el año pasado luego de su reestreno en Villa Carlos Paz y a posteriori en su paso por Buenos Aires, en ese frio sepulcral del Teatro Coliseocon . MAMMA MIA! renace en Mar del Plata con el fervor y la vitalidad que alguna vez la convirtieron en un fenómeno mundial. En esta puesta, no hay espacio para lo mediocre: el musical no solo recobra su espíritu, sino que se transforma en una verdadera fiesta colectiva. Porque si vas a hacer ABBA, ¡hazlo bien o no lo hagas!
De la desolación turística a la euforia colectiva
Mientras la propuesta del Coliseo en Buenos Aires el año pasado con la misma compañía se sintió fría como distante (digamos que se debe a la amplitud de tan conocida sala teatral), la producción en el Teatro Mar del Plata entiende perfectamente el corazón del «jukebox musical». Aquí no se trata solo de canciones pegajosas: se trata de crear un universo donde el público quiera perderse… y, honestamente, bailar sobre las butacas.
En esta isla griega (que parece hecha de sueños, brillantina y un par de shots de ouzo), la cercanía del teatro compacta la energía y transforma cada función en un carnaval de emociones. La fantasía griega no se hunde; aquí flota con gracia entre las olas del entusiasmo colectivo.
Un elenco que desborda talento (y carisma)
Florencia Peña , en el papel de Donna, es sencillamente magnética. Es cierto que no sorprende, porque ya sabemos que Peña tiene tablas, pero su dominio escénico y su capacidad para alternar momentos de humor desenfadado con instantes cargados de emoción son dignos de aplauso. Su «The Winner Takes It All» arranca suspiros y aplausos a partes iguales, reafirmando que su lugar en el género musical es indiscutible.
Junto a Peña, Lula Rosenthal (Rosie) y Alejandra Perlusky (Tania) elevan cada escena a una experiencia de pura diversión. Perlusky derrocha sensualidad y picardía en “¿Y qué va a decir tu mamá? (Does Your Mother Know)”, mientras Rosenthal arranca carcajadas con un humor finamente calibrado. Juntas forman un trío explosivo que mantiene al público hipnotizado.
El trío masculino tampoco se queda atrás. Ale Parker , como Sam, ofrece una interpretación sólida, llena de matices y con una voz que nunca defrauda. Su química con Peña hace que la historia de amor entre ambos cobre un nuevo nivel de credibilidad.
Leo Bossio , como Harry, aporta la cuota de dulzura y ternura, equilibrando perfectamente el resto del elenco. Y luego está
Pablo Silva (Bill), quien logra el equilibrio entre lo entrañable y lo gracioso, destacándose especialmente en las escenas con Rosie, donde ambos actores se complementan de manera magistral.. Por su parte, Malena Ratner (Sophie) encanta con su frescura juvenil, aunque José Giménez Zapiola “El Purre” (Sky) debería reconsiderar sus tonos si no quiere convertirse en el eslabón débil de esta cadena dorada.

Una producción que enciende todas las luces
Lo que sucede tras bambalinas también merece una ovación de pie. Ricky Pashkus, el gran cerebro detrás de esta resurrección, entiende que MAMMA MIA! es mucho más que ABBA: es la promesa de una experiencia inolvidable. Con una escenografía que combina lo kitsch y lo mágico, Mauricio Morriconi crea una isla griega que parece sacada de una postal (o del Instagram de un influencer).
Las coreografías de Vero Pecollo son una ráfaga de energía, mientras que la dirección musical de Paco Fernández hace que cada acorde explote de alegría. Sumemos a eso el vestuario acorde de Maggie Mellas, y el resultado es un montaje donde todo encaja quasi rompecabecabezas.
¿Es perfecta? No, pero eso no importa
Claro, MAMMA MIA! no tiene el factor sorpresa de sus años mozos. Ya sabemos cómo termina, ya conocemos cada acorde de ABBA. Pero este montaje no necesita reinventarse: su magia está en lograr que un clásico se sienta como una fiesta nueva cada noche.
Lo mejor:
- Florencia Peña, el elenco de lujo y una energía que desborda el escenario.
- La capacidad de convertir el teatro en una discoteca griega (sin el mal gusto de un souvenir barato).
Lo menos bueno:
- Si esperas innovación, no es tu noche. Esto es un homenaje bien hecho, no un experimento.
- Alguna que otra interpretación vocal podría ajustarse (¡Sky, te estamos mirando!).
- ¡Este MAMMA MIA! marplatense a diferencia de la reposición de Buenos Aires el año pasado que se sintio fría y distante, aqui en Mar del Plata/2025 lo tiene claro: cantar, bailar y dejarnos con ganas de pedir un bis eterno.