Libro: Leo Rizzi. Elenco: Mona de Marco, Karina Levine. Vestuario: Mona De Marco. Iluminación: Federico Cordeiro. Música: Bruno Viviani. Dirección: Leo Rizzi. Sala: Cuatro Elementos (Alberti 2746), lunes 22 hs. Nuestra calificación: regular
El musical La Vargas, que busca rendir homenaje a la vida y el legado de Chavela Vargas, tiene una base interesante pero enfrenta desafíos que limitan su capacidad de emocionar y conmover al espectador. Con una narrativa pautada por Leo Rizzi, la propuesta presenta elementos valiosos que, de ser profundizados y liberados de clichés, podrían transformar el espectáculo en una obra de gran impacto.
La dirección narrativa y su potencial
El guion de Leo Rissi se construye sobre un enfoque híbrido que alterna entre la imitación de Chavela y el relato externo a cargo de una periodista argentina, recurso que abre una puerta interesante para analizar la vida de la artista desde una perspectiva ajena, a la vez crítica y reflexiva. Sin embargo, el relato se siente fragmentado y carece de una profundidad que permita ahondar en los momentos clave de la vida de Chavela, como su relación con Frida Kahlo o su debut en el recital de La Beltrana.
La salida de los clichés —tan comunes en los homenajes a figuras icónicas— y la profundización de los conflictos internos y externos que definieron a Chavela serían pasos fundamentales para dotar al espectáculo de una mayor autenticidad y resonancia emocional.
Aciertos en el elenco y el personaje de la periodista
Un aspecto destacable es la incorporación del personaje de la periodista argentina interpretada por Mona de Marco. Este personaje, construido como una corresponsal del conservador diario La Nación, representa un acierto narrativo tanto por su perfil como por su apellido, “Cortez”, que evoca un sentido de rigor y análisis distante. Esta figura logra aportar un contrapunto interesante al relato, presentando una mirada que contrasta con el universo transgresor y libre de Chavela Vargas. Mona de Marco entrega una actuación sólida que logra equilibrar la sobriedad de su rol con la intensidad del personaje principal.
La interpretación de Karina Levine
Karina Levine enfrenta el reto de interpretar a Chavela Vargas con entrega y pasión. Sin embargo, su actuación cae en ciertos excesos que le restan autenticidad al personaje. La sobreactuación impide que emerja la complejidad emocional de Chavela, una mujer marcada tanto por su fortaleza como por su fragilidad. Una interpretación más contenida, centrada en capturar la esencia de la cantante sin recurrir a una imitación literal, beneficiaría enormemente al espectáculo.
Música y puesta en escena
Las canciones de Chavela Vargas son, sin duda, el corazón del musical. Y es aqui en donde uno sostiene que el estilo tan particular y el tono de la original interpreta es complejo, de allí que al querer «parecerse» se transforma en un sin sentido idiomático pero sobre todo en la parte fonética que no se comprende (claro ejemplo en el dueto entre Frida y Chavela). De destacar es el acompañamiento de guitarra de Viviani, que da la música y la impronta al mundo Vargas. Ahora bien la puesta escena remarcando lo mexicano con ponchos coloridos, trenza en los peinados con flores y los celebres troquelados del «día de los difuntos», al mejor estílo de la película Coco, hace un México simbólico en ese escenario con lamparas que da el proscenio de la vida.
